SIDA, campo minado en Veracruz
1 (Mujeres, con la peor turbulencia)
Las mujeres en Veracruz en el rincón más arrinconado del infierno.
Veracruz, campeón nacional en feminicidios.
Veracruz, entre los primeros cinco lugares nacionales con mujeres desaparecidas.
Veracruz, en el primer lugar nacional en machismo masculino.
Veracruz, primer lugar nacional con menores y adolescentes embarazadas.
Veracruz, primer lugar nacional en legrados.
Y aplicados por "comadronas".
Veracruz, campeón nacional con mujeres con cáncer de mama.
Y de acuerdo con la activista, investigadora, maestra y escritora, Patricia Ponce:
Veracruz, primer lugar nacional con mujeres con VIH y SIDA.
Veracruz, primer lugar nacional con niños recién nacidos con SIDA.
Veracruz, primer lugar nacional en mortalidad femenina por SIDA.
Veracruz, primer lugar nacional en muertes de mujeres embarazadas y con SIDA.
Coatzacoalcos, en el primer lugar estatal.
Seguido por Martínez de la Torre.
Y Poza Rica (AVC Noticias).
Está canijo.
Ruda y dura la realidad adversa para la población femenina.
Seis de cada diez habitantes de Veracruz (y a tono con el ritmo nacional) son mujeres.
Las mujeres infectadas, en su mayor parte, por los maridos.
Los amantes.
Los novios.
Entre otros, los migrantes de Veracruz (un millón de paisanos) en Estados Unidos.
Y cuando cada año suelen regresar a sus pueblos para la navidad y el fin de año.
Además, podrán en los pueblos vivir sin una biblioteca.
Ni una librería.
Y en contraparte, cantinas y burdeles.
Y los congales, sin el control de la secretaría de Salud.
(Veracruz, por cierto, en el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales al interior del país).
De poco han servido las campañas oficiales para el uso del globito.
Y para la precaución sexual.
El SIDA, una enfermedad silenciosa galopando con discreción en los cuatro puntos cardinales del territorio jarocho.
Un asuntito de seguridad nacional.
2 (Vaya destino de mujeres en Veracruz)
El machismo familiar recrudecido en las regiones indígenas (un millón de habitantes) y en las campesinas (dos millones) y en las obreras (tres millones).
Los hijos, preferidos para estudiar. Y las hijas, a esperar un galán para casarse.
Las mujeres, ganando menores salarios que los hombres. Con todo y desempeñar el mismo trabajo. Y hasta con mejor índice productivo.
El acoso y el hostigamiento sexual.
Con frecuencia, sometidas por los hombres. Novios. Esposos. Amantes.
Las mujeres cursando la universidad. Pero menospreciadas por los compañeros. Y con frecuencia, hasta por los maestros.
Sacerdotes de la iglesia católica inculpándolas por la forma "atrevida" de vestir.
Luego de los cuarenta años de edad, aprox., las puertas laborales cerradas.
En la vida, dice el viejito del barrio, "el peor enemigo de una mujer es otra mujer".
Si una mujer asciende al primer plano directivo, feroz cacería masculina en contra. El machismo, renuente a una mujer como jefa máxima.
Una dicha el ascenso de las mujeres políticas en la administración pública. Pero... ¿y las mujeres indígenas y campesinas y obreras... sin el acceso, por ejemplo, a la universidad para cursar una carrera profesional?
La cuota femenina entre los 550 (quinientos cincuenta) mil personas sin saber leer ni escribir en Veracruz. Y la cuota femenina en el millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa. Y la cuota femenina en el otro millón con la secundaria a medias. Y la cuota femenina entre los 600 (seiscientos) mil paisanos con el Bachillerato incompleto.
Etecé. Etecé. Y de ñapa, el SIDA. Casi casi como los siete Círculos del Infierno para las mujeres. Con todo y que todas ellas "son más veracruzanas que "La Bamba" y "El tilingo lingo".
3 (Investigadora incómoda)
Una vez más, la investigadora y activista, Patricia Ponce, ha puesto "el índice en la llaga purulenta" del infierno femenino.
Pero al gobierno del Estado le vale.
Como si ella fuera una investigadora incómoda.
Como si su activismo fuera en contra de Veracruz.
Y de su amor a Veracruz.
4 (Palabrerío de mujeres políticas)
En el discurso oficial existe un palabrerío enalteciendo a las mujeres.
Las tribus políticas "desgarrándose las venas" porque "vamos a cuidar a las mujeres".
Las mujeres políticas de pie y con el puño festinando la liberación femenina.
Las mujeres políticas en el trono. Pero "a ras del suelo", otra, la realidad económica, social, educativa, de salud, seguridad y desarrollo humano del grueso de la población femenina.
El colmo: mujeres con SIDA.
El colmo: hijos recién nacidos con SIDA.
El colmo: Veracruz, campeón nacional en mujeres embarazadas y con SIDA.
Nada rebasa ni supera el video aquel de la profe jubilada y taxista de Álamo arrodillada y encañonada por diez sicarios encapuchados.
Y de palabrerío todos podemos comernos y atragantarnos con un taco de lengua... como si fuera un banquetazo con lengua de vaca y bien guisadita.
5 (El machismo está muy cabrón)
Arraigado hasta el tuétano y el dedo gordo del pie.
Mucho, demasiado todavía falta para reeducar a los hombres.
Caray, si un hombre tiene SIDA, basta y sobra, primero, con abstenerse del deseo sexual como los Lamas. Y los jesuitas.
Y, segundo, (y sin entrar en moralinas), decirlo a la mujer.
En todo caso, los hombres justos nunca han germinado ni crecido en los árboles ni en las flores del jardín.
Y el SIDA constituye un campo minado en Veracruz. (lv)

