El peor mundo
**Hijos migrantes...
**Buscando empleo
UNO. 20 años con la mochila al hombro
Nada tan duro y rudo como cuando los hijos y los nietos cargan durante más de veinte años la mochila escolar.
Y cuando egresan de la universidad y buscan chamba, las puertas laborales cerradas con el poderoso argumento de estar completos.
Y si les va bien, chambas con un sueldo mensual de entre cinco a seis mil pesos.
Sin las prestaciones económicas, médicas y sociales de ley.
Sujetos a prueba dada su inexperiencia laboral.
El peor infierno de la vida familiar.
Todo…
DOS. Estado fallido para crear empleos
Todo… porque el Estado, primero, es incapaz de animar y reanimar la creación de empleos en las regiones indígenas, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas para arraigar a la gente en sus pueblos.
Segundo, porque los salarios son ultra contra súper jodidos.
Tercero, porque la única esperanza para la mayoría de los egresados es migrar.
Ya a Estados Unidos, la nación más cercana.
Canadá. España. Europa. Incluso, Dubai. El Medio Oriente.
Lejos, pues, de la familia.
Una realidad brutal la separación de los padres y los hijos y los nietos debido a la manifiesta ineptitud oficial para crear y recrear un estado justo.
TRES. El peor mundo
Quizá siempre ha sido la misma tónica. Y desde tiempo inmemorial.
Pero ahora pareciera recrudecida pues se está dando en el mayor número de familias.
Por eso, entre otras razones, la cruda verdad:
Seis de cada diez personas viven en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.
Y, claro, la migración. Por lo general, migrantes en Estados Unidos y en donde la feroz persecución contra migrantes “está a la orden del día”.
El presidente Donald Trump implacable con todo y con su esposa también migrante.
CUATRO. Vivir soñando
De acuerdo con la leyenda popular, por aquí crecen y se desarrollan los hijos tienden a migrar.
Y si es así, entonces, los padres necesitan aprender y entender y comprender las razones de los hijos y los nietos.
Ellos soñando con un destino superior y viajando al otro extremo del mundo para buscar un empleo digno y estable y con posibilidad del desarrollo profesional y personal.
Y si aquí, en Veracruz y en el país equivale a buscar con lámpara y lupa en la mano una posibilidad y por ningún lado se encuentra, ni modo, únicamente resta apechugar la realidad dura y ruda y adversa.
Lo dice el adagio popular: Si te quedas aquí “del corredor no pasas”.
CINCO. Así son los políticos…
Con todo, la historia de Damián Alcázar interpretando a un hijo migrante en Estados Unidos durante veinte años en el filme cinematográfico, “El infierno” del cineasta Luis Estrada.
Y en veinte años el mundo encima. Sin una sola oportunidad laboral.
Duele, duele mucho, muchísimo, la partida de un familiar al otro extremo del planeta para buscar un empleo.
Pero ni hablar, así han sido, son y serán las tribus gobernantes en el poder.
Más en un país inseguro cuando la iniciativa privada solo pide certidumbre para invertir. (lv)

