Y la otra, en Las Choapas, una mujer de 21 años, mesera en un restaurante carretero, asesinada en un motel.
En la orfandad una niña de cinco años.
Entre los sospechosos, tres menores.
Pendiente número uno: los feminicidios.
Pendiente número dos: los niños huérfanos.
Pendiente número tres: la impunidad.
Pendiente número cuatro: los feminicidios disparados y sin ton ni son y ninguna autoridad capaz de frenar, atenuar, disminuir, exterminar el tsunami feminicida.
Pendiente número cinco: seis de cada diez habitantes de Veracruz son mujeres. Uno de los peores tiempos políticos y sociales para la población femenina.
Pendiente número seis: además de la incapacidad oficial, el desdén, el menosprecio y el desprecio para garantizar “la seguridad en la vida y en los bienes” como establece el inmaculado y sacrosanto Estado de Derecho.
Pendiente número siete: los feminicidios escalando y la secretaría de Seguridad Pública y la fiscalía general en el principio de Peter.
No pueden. No han podido.
Pendiente número ocho: el silencio avasallante de los presidentes municipales.
Pendiente número nueve: el canijo silencio de los diputados locales y federales.
Pendiente (y paradoja) número diez: de acuerdo con Shakira, “las mujeres no lloran”.
Ta’gueno.

2 (El infierno de Nahle)

Sexenio 2024/2030: Primera mujer secuestrada y desaparecida: en Ixtaczoquitlán, una burócrata del Ayuntamiento. Levantada en la calle cuando viajaba en su automóvil.
Primera mujer asesinada: una dama en una calle de la ciudad jarocha atropellada por un cafre del autobús urbano de pasajeros. Cuadras adelante el chofer se detuvo, abandonó la unidad y huyó.
Primera mujer política asesinada: Yesenia Lara, candidata a la presidencia municipal de Texistepec.
Primera maestra fallecida por un infarto, un homicidio y/o luego de una tortura, sabrá el chamán “la verdad histórica”. Además, encañonada por diez sicarios enmascarados y quienes la tenían arrodillada: la profe y taxista, Irma Hernández Cruz, en Álamo.
Primera reportera asesinada: Avisack Douglas Coronado. Dos hijas huérfanas. En mayo de este año.
Dicho popular: “la vida es así y qué le vamos a hacer”.

3 (Los priistas no eran así…)

El peor de todos los tiempos, los feminicidios.
El segundo peor de todos los tiempos, los niños huérfanos.
En el siglo anterior, con las tribus políticas priistas en el mando, programas singulares para la atención a los niños.
Desde los desayunos escolares en las regiones indígenas, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas hasta la asistencia económica y social. (lv)