Ladrones en la mira
**Ciudadanos organizados
**Los detienen y encueran
UNO. Ejército de inconformes
Los ladrones de casa y comercios tienen un ejército ciudadano en contra. Son los vecinos organizados para enfrentar sus tropelías. Y capturarlos. Y someterlos, incluso, a madrazo limpio.
Y atarlos de pies y manos a un poste de luz.
Es más, amarrarlos de todo el cuerpo.
Y si posible resulta, encuerarlos.
Exhibidos ante los peatones.
El último, en la ciudad jarocha. En la colonia Ignacio Zaragoza. El viernes 14 de noviembre. Organizados en contra de una banda de ladronzuelos.
Cinco muchachos pilluelos. Se metieron a una casa aprovechando la oscuridad.
Cuatro lograron huir. Uno, detenido. Y ni modo, atado a un poste. Y desnudo.
DOS. Respuesta ciudadana
La historia inició después de las guardias comunitarias en otras regiones del país.
Y luego de cuando el sexenio de Cuitláhuac García Jiménez también se formaron guardias comunitarias.
Incluso, hasta negando su presencia.
Fue cuando en las cabeceras municipales aparecieron letreros colgando de árboles y balcones avisando de la organización de vecinos.
Aquí, entre todos nos cuidamos.
En unos casos, detenido el ladrón y atado al poste del alumbrado público, un letrero colgando de su pecho:
“Por rata”.
El aviso a la policía para treparlo a la patrulla policiaca y la denuncia correspondiente para el proceso penal.
TRES. Asaltó 50 Oxxo
Meses anteriores detuvieron a un ladrón de tiendas Oxxo.
Y cuando confesó dijo, sin pena ni vergüenza, haber asaltado los Oxxo en cincuenta ocasiones.
Entrar y salir de la cárcel le había formado un callo.
Y le valía pues desempleado, subempleado, le iba bien.
Por lo menos, garantizado el itacate y la despensa en casa.
Ni hablar, es la respuesta concreta y específica de los ciudadanos de a pie y organizados a la secretaría de Seguridad Pública y a la fiscalía general, incapaces de “garantizar la seguridad en la vida y los bienes” como establece el Estado de Derecho.
CUATRO. Tsunami de zozobra
Todo indica, la mejor estrategia (por ahora) para contrarrestar el tsunami de zozobra, incertidumbre e inseguridad en la vida cotidiana.
Día y noche.
Entre los vecinos una red electrónica para avisarse de inmediato si miran a un sospechoso.
Si sienten “pasos en la azotea”. Si el ladrón ya entró a casa.
Y los vecinos, en una maravillosa convivencia y reciprocidad, “entrando al quite”.
Como si en cada barrio, calle, avenida, colonia, fraccionamiento de la ciudad, los más altos decibeles de convivencia y fraternidad.
Dice el adagio popular:
“Hoy por mí. Mañana por ti”.
¡Hosanna, hosanna!
CINCO. Organizar el coraje social
Por eso, si en la calle donde el lector vive creen saludable organizarse nada como cabildear de casa en casa y de puerta en puerta la posibilidad vecinal.
La estrategia parece efectiva para atenuar las horas inciertas y adversas de cada día y noche.
Más, considerando la asociación de los ladrones para cometer fechorías.
Con dos y tres vecinos cabildeando y convencidos de…, el coraje social y la indignación crónica ante la zozobra policiaca resultará efectiva. (lv)

