Veracruz, de moda
**Desde el siglo pasado
**Hechos y cositas
UNO. De Veracruz para el mundo
Hay muchas modas en Veracruz. Entre otras, las siguientes:
·Como en el siglo pasado, enorgullecerse y pavonearse con las picadas y las gordas, las garnachas y los tamales y los toritos ante los visitantes y turistas.
· Bailar con gracia “La bamba” y “El tilingo lingo”, por cierto, Veracruz, campeón nacional en bailable regional.
· Seguir alardeando de Agustín Lara, Pepe Guízar, Natalia Lafourcade, Paquita la del barrio y Salma Hayek.
· Con todo y la feroz persecución de Donald Trump contra los migrantes en Estados Unidos, más de un millón de paisanos buscando el paraíso terrenal en la república más poderosa de la tierra.
DOS. Primer lugar nacional en amoríos
· La moda de las motocicletas, por cierto, tan de moda entre los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malosos y malandros para huir luego de un asesinato en medio de la circulación embotellada en las calles y avenidas.
· La intensidad del amor fogoso entre menores y adolescentes posicionando más a Veracruz en el primer lugar nacional de chicas embarazadas y en el primer lugar nacional en legrados. Y aplicados por “comadronas”.
TRES. Fuga de talentos
· De moda la migración de egresados universitarios a otras naciones del mundo soñando con un trabajo digno.
· Veracruz, campeón nacional en la producción y exportación de mujeres de alquiler en el interior del país. Por cierto, un libro de la investigadora Patricia Ponce intitulado “Las guerreras de la noche”.
· El Veracruz preferido por los carteles y cartelitos disputando la jugosa plaza estatal. Desde el tráfico de drogas y el consumo de estupefacientes y la prostitución y el cobro del llamado derecho de piso y las fosas clandestinas hasta el tráfico de migrantes y el huacicholeo, tan de moda, además, en el concierto nacional.
CUATRO. De fiesta en fiesta
· La moda, y desde Cuitláhuac García Jiménez, de las fiestas patronales religiosas en cada demarcación enalteciendo el movimiento turístico, económico y social. Xalapa, por ejemplo, con sus festivales de pambazos. Y de ñapa, una diputada local de MORENA cabildeando la venta de café de Veracruz en el planeta Marte.
· De moda, súper moda, el uso de los tenis. Y tenis, caray, de hasta cinco mil pesos. Para lucirse y alardear. A tono, digamos, con la moda de las motos.
· La moda establecida por la Fiscalía General de ofrecer recompensa de 350 (trescientos cincuenta) mil pesos a quienes ofrezcan datos concretos y específicos para ubicar a criminales y
desaparecidos pues la fama pública de la impunidad está canija. De paso, evidencia el “Veracruz está de moda”.
CINCO. Pueblo querendón
· Moda para el resto de la vida: comer chetos en el cine. Palomitas. Un refresco de cola. Quizá las chicas tomando agua embotellada. Comer esquites callejeros. Atragantarse con tacos callejeros. Y con el pollo feliz. El café lechero con canillita crujiente como si fueran chicharrones recién salidos de la paila.
· La moda del segundo y hasta el tercer frente. (Ya se sabe, somos un pueblo querendón. Además, en el mundo hay demasiada, excesiva, soledad) (lv)

