Riesgo de ser echados...
De la silla embrujada
1 (En la mira alcaldesa de Minatitlán)
A siete semanas y cinco días de terminar el viaje político de cuatro años, la presidenta municipal de Minatitlán (y de MORENA) y el cuerpo edilicio escuchan los tambores de Jericó como si fueran jinetes del Apocalipsis anunciando su muerte... política.
Todos ellos enfrentan el reclamo de un pago en un juicio contencioso administrativo.
Y han solicitado un amparo a juez federal.
Pero el Tribunal de Justicia Administrativa de Veracruz ya los tiene en la mira para su destitución e inhabilitación.
Es más, el Tribunal turnó la vista al Congreso local para analizar la separación del cargo de todos ellos.
Ahora, en tanto el juez decide el amparo, la tea ardiendo está en las manos del jesuita, zapatista y diputado local, jefe máximo de la JUCOPO, aquella manejando la Junta de Coordinación Política y el billete, Esteban Bautista.
Desde luego, la alcaldesa Carmen Medel (famoso por levitar en las calles de Minatitlán estrenando tenis y revisando la obra pública) ni tampoco su equipo edilicio desean irse.
Pero al mismo tiempo, verdad infalible, corren el riesgo de ser echados.
Y de ser echados de las sillas embrujadas del palacio municipal por compañeros de su mismo partido político, pues Esteban Bautista también es Morenista.
Político de izquierda, pues, aun cuando a “la hora de la cruda verdad” se vuelve más manso que cualquier jesuita como cuando la góber asestó el manotazo para dejar de mover el piso a su antecesor, Juan Javier Gómez Cazarín, a quien acusaba de malos manejos con el erario.
También, el riesgo de echarla del palacio por la vergüenza dada su conducta pública de negarse a cumplir con un pago pendiente.
Quizá, quizá, quizá, creyéndose “la mamá de los pollitos” en el pueblo.
Y si fuera lanzada, vaya descrédito para MORENA.
Y en rara y extraña y lógica consecuencia, la oposición capitalizaría las circunstancias políticas y sociales.
Más cuando faltan siete semanas y cinco días para llegar a la estación final del viaje político.
De hecho y derecho, un juicio político para la historia.
El caso, parece, está enfangado. Pero vigente y latente.
Y más allá del amparo y/o el aval de Esteban Bautista y de quien todo puede esperarse, la fama adquirida nadie se la quita ni la borra de su expediente político.
Ninguna necesidad de tender los trapitos sucios al sol para borrarles la mancha si de por medio la alcaldesa se aplicara en tiempo y forma para la negociación.
Mucho mejor un peor arreglo a una exposición en el palenque.
La prueba de fuego, entonces, para el equipo edilicio de Minatitlán.
Y para el juez con la solicitud del amparo.
Y para el Congreso local con su jefe máximo, dos veces alcalde en su pueblo y dos veces diputado federal y amigazo como se ha manifestado del subcomandante Marcos… vaya a saberse si aquel enmascarado de Chiapas estuviera de asesor y/o operador político de Esteban Bautista.
2 (Peleó con el sindicato)
De acuerdo con el trascendido, la alcaldesa cometió, habría cometido, el peor error de su vida pública.
Pelear con el sindicato municipal.
Tanto como, por ejemplo, declarar la guerra a la cocinera.
Más todavía: Derrota mil veces anunciada pelearse con el sindicato pues equivale agarrarse a trompadas con doscientos hombres, o más, al mismo tiempo.
Más si en el sindicato hay personas broncudas. Y dignas.
La alcaldesa y su equipo cercano de ediles olvidaron, parecen haber olvidado, la Biblia de la izquierda.
El diálogo. La negociación. El acuerdo.
El respeto a los derechos humanos.
Y a la dignidad de los otros, de los demás, de los compañeros de trabajo.
Pero, bueno, en el viejo y actual sistema política la incapacidad suele premiarse con el perdón y el olvido. (Raymundo Riva Palacio)
En el caso, el juez federal otorgando el amparo.
Y/o el jesuita del Palacio Legislativo blindándola.
Y por instrucciones superiores.
3 (Tirada al piso de la góber)
Ya una vez (quizá más), el jesuita del Congreso local demostró la fuerza de un manotazo de la jefa máxima para dar revirar en la investigación de su antecesor.
Ahora, y ante el caso Carmen Medel pudiera significar la historia repetida.
Más, porque hasta donde se recuerda si recuerda bien, Carmen Medel “se ha tirado al piso” de la góber.
Con todo y cuando le llamara la atención pronunciando un discurso en el pueblo. (lv)

