Y por lo general, dedicadas a mujeres de alquiler… Y puede considerarse en las clases en cualquier facultad de Literatura porque sus ochocientas canciones compuestas narran y cuentas historias intensas, volcánicas, turbulentas y huracanadas… Y cuajando derecho, derechito, en las neuronas, el corazón y hasta el hígado y el sexo…

ROMPEOLAS: “El músico poeta” puede cantarse en la intimidad de la casa con unas copitas incendiando el estómago y sollozando por un amor desleal y una pareja infiel como, por ejemplo, cuando en “María bonita” escribió que “amores, muchos amores habrás tenido, María bonita, pero ninguno como el que hiciste que en mí brotara”… Agustín Lara puede entonarse en una pista de baile y con éxito porque la letra de sus canciones resume la Biblia de las pasiones humanas… Además, con un lenguaje común y sencillo… El lenguaje del pueblo…

ARRECIFES: Agustín Lara cuaja y pega tanto en el corazón debido, entre otras razones de peso y con peso, a su dulce y tierna vocecita tan necesitada de cariño y de quererse como una plegaria con frecuencia, y por desventura, desoída… Además, y por si poco fuera, se le escucha porque se le respeta y admira, entre otros hechos y cositas, por haber sido un intérprete, cantante y pianista cojonudo… Tan cojonudo, por ejemplo, casó en cuatro ocasiones… Una de ellas, con Rocío Durán, su hija adoptiva procreada con María Félix… Y cojonudo, porque él, un hombre feo, sedujo a la mujer más bella de su tiempo como “La doña”…

ESCOLLERAS: Además, cojonudo, porque cuando los críticos “se le fueron encima” describiéndolo como un compositor cursi reviró a todos ellos con la advertencia de “soy cursi y me gusta”… Y más le gustaba al pueblo… Y de ñapa, dijo, soy cursi “y a mis mujeres las cuento por docenas”… Muchos señalan su nacimiento en el viejo Distrito Federal… Pero al mismo tiempo, ni modo de dejar de querer a un genio como él jurando y perjurando haber nacido en Tlacotalpan… Y por tanto, “más veracruzano que ‘La bamba’”…

PLAZOLETA: De pianista a los 14 años de edad debutando en el burdel “La bandida” en la Ciudad de México propiedad de una Adelita de la Revolución, Graciela Olmos, y en donde una corista apodada “Estrella” le cortó la mejilla por celos, Agustín Lara filmó más de cincuenta películas… Y en papeles estelares con sus amigos y contemporáneos, Pedro Vargas y Luis Aguilar… El próximo 6 de noviembre cumplirá 55 años de muerto… Y ojalá, ojalá, ojalá, la autoridad le rindiera un homenaje de lujo, digno y decente… (lv)