Gran foto en Notiver
**Secretarios sumisos
**Y ante la gobernadora
**“Aquí mando yo”
ESCALERAS: Llama la atención la fotografía estelar del fotoperiodista de Notiver, Joel Soriano. La primera foto de importancia en la edición del sábado primero de noviembre. Buen karma del mes de los muertitos.
En el centro de la foto, la gobernadora. Con las manos enlazadas hacia atrás. Con una blusa, chamarra de manga larga, blanca. Y pantalón azul. La cabellera, escurriendo a los lados sobre los hombros. Y la mirada hacia un punto impreciso, aunque bien pudiera estar fija en los ojos de un interlocutor.
A los lados, par de secretarios del gabinete legal. El secretario General de Gobierno y el secretario de Finanzas y Planeación a quien mira.
Ricardo Ahued Bardahuil con camisa y pantalón de mezclilla color azul. Sin traje. Miguel Santiago Reyes, con el saco del traje en la mano izquierda (izquierdoso como es y sería), camisa blanca y pantalón azul.
Pero…
PASAMANOS: Pero la noticia gráfica de Joel Soriano está en la filosofía política y social, forma de ser, actuar, pensar, reaccionar y desarrollarse del par de secretarios.
Los dos, con la mirada agachada. Clavada la barbilla en el pecho. Inclinados. Mirando el piso, el suelo.
Como niños regañados por mamá o papá.
Digamos, como en el siglo pasado, Carlos Hank González, designado secretario de Turismo, se formó en la fila para saludar al jefe de jefes, el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Hank, un político de elevada estatura. Casi casi un gigante ante Carlos Salinas. De talla media.
Y cuando Hank estuvo ante el presidente para la bienvenida oficial, extendió la mano derecha y saludó al presidente.
Y poco a poco, pian pianito, como un trapecista en el columpio del circo, como una ardillita trotando sobre el bejuco telefónico, Hank se fue inclinando. Inclinando. Inclinando.
Hasta quedar a un nivel más bajo que Salinas quien se mantenía inmóvil.
CORREDORES: En una gira en Veracruz del presidente José López Portillo, el secretario de Comercio, Jorge de la Vega Domínguez, fue acosado por la prensa para una entrevista.
De la Vega terminó con frase bíblica la insistencia reporteril: “Vengo con el presidente y constituye una ofensa, un agravio, dar entrevistas cuando uno acompaña al presidente”.
Es decir, el jefe máximo. La jefa máxima.
El jefazo político número uno en el país de un solo hombre. Y en la república de una sola mujer.
A tono, por ejemplo, con una de las leyes del decálogo social vendido en el mercado popular:
“El jefe es el jefe estando en pelota”.
Y “al jefe nunca se le rebasa ni en carretera”.
BALCONES: Por eso, tan significativa la oportuna gráfica de Joel Soriano.
Súper foto. Fotazaza. Súper fotazaza.
Los secretarios de Gobierno y Finanzas con la cabeza gacha. Sumisa. A sus órdenes, señora.
Todo, para conservar el poder público y seguir en el cargo.
Hasta la ignominia, pues.
Dos, tres días después de cuando el secretario de Turismo fuera regañado y amonestado en público por un gasto sin consultar a la gobernadora.
El viejito del barrio refiere lo siguiente:
El ejercicio autocrático del poder es fascinante para quien lo ostenta.
Pero al mismo tiempo, decepcionante para quienes son subalternos y solo corresponde obedecer y acatar instrucciones.
La orden superior es indicativa: “Aquí mando yo” como enunció la fiscal general al tomar posesión en el sexenio de Cuitláhuac García, por cierto, recién defendido por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ante las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación y el ORFIS. (lv)

