De norte a sur y de este a oeste… Y de Tampico Alto a Las Choapas y de Maltrata al puerto de Veracruz, el paisaje se centra y concentra en un escurridero de sangre y de cadáveres empalmados y ensortijados…

ROMPEOLAS: Una repasadita rápida en los últimos meses… La matanza de diez presos y de nueve heridos en el motín en el penal de Tuxpan… De ñapa, el asesinato del alcaide, de igual modo como también fue ejecutado el director del penal de La Toma… Los 38 (treinta y ocho) muertos dejados por las lluvias, los ríos desbordados y las inundaciones… Cadáveres en medio de los escombros y el lodo… Montón de personas desaparecidas… Entre ellas, la profesora y su señora madre asignada en Ilamatlán… Los cuatro, cinco muertos, en el tiroteo en cantina de Atoyac… Y en donde once policías fueron detenidos y trasladados a Xalapa, señalados de “omisiones en el cumplimiento del deber”…

ARRECIFES: Veracruz, en los primeros lugares nacionales (del primero al segundo y del segundo al primero) en feminicidios… Más de mil niños huérfanos… Quizá, la mayoría de menores de edad, en la deriva económica y social… El número insólito de hombres asesinados… Sicarios y malandros y civiles… Niñas asesinadas por una bala perdida en un fuego cruzado entre las corporaciones policiacas y los malosos…

ESCOLLERAS: Cadáveres flotando en los ríos y lagunas y en el Golfo de México… Cadáveres tirados en caminos y carreteras… A orilla de cañaverales… Arrojados a pozos artesianos de agua dados de baja… Y cadáveres tirados en el centro de una discoteca un fin de semana… Cadáveres decapitados y la cabeza abandonada en la mesa de un antro… El desarrollo exponencial de fosas clandestinas creadas y recreadas por los malosos como cementerios particulares… La existencia de cuarenta Colectivos integrados con madres y padres con hijos y parientes plagiados y desaparecidos y buscando a los suyos como prioridad fundamental en sus vidas…

PLAZOLETA: Ninguna razón para inspirar a Agustín Lara y compone una canción sobre los cocuyos volando en la noche con el farolito callejero… Ni para abrigar a un Pepe Guízar cantando a las flores sembradas en el frente y el patio de su casita en Boca del Río, a la altura del hotel Mocambo… Y en donde, por cierto, “El flaco de oro” solía hospedarse con María Félix y solicitar un piano para tocar y cantar con unas botellas de champaña enfriándose… ¡Qué duro y rudo y difícil es vivir en Veracruz!... (lv)