Maestra desaparecida
**Y su señora madre
**Río desbordado
UNO. Dolor en Veracruz
Hay mucho sufrimiento y hogares enlutados por las lluvias, los ríos desbordados, las inundaciones y 35 (treinta y cinco) muertos.
Más los desaparecidos.
Entre ellos un caso: la profesora de Ilamatán, María Guadalupe Hernández Hernández, y su hija, de siete años, asignada en el poblado de Chahuatlán, quien falleció por el río desbordado.
Su esposo, un maestro, solicitando ayuda para el traslado de los cadáveres. Que a Naranjos, donde vive la familia. Que a Huejutla, Hidalgo, de donde ella era originaria.
DOS. Buscar cadáveres
Y el caso de otra maestra: También asignada en Ilamatlán, por ahora desaparecida desde el doce de octubre.
La maestra Ancelma Ramírez Hernández, y su señora madre, Lucinda, de 64 años.
De seguro habrá un equipo multidisciplinario, incluso, de ciudadanos, buscando a la madre y a la hija.
Pero de no ser así, era, digamos, para integrar una comisión, ya de ciudadanos, ya de padres de familia, ya de profesores, ya del gobierno del Estado para buscar los cadáveres aguas abajo del río.
En Ilamatlán y poblados anexos y conexos el río Pantepec desbordado.
Y con tanta furia que arrastró con las casitas de la población.
Los estragos, por cierto, de cada temporada anual y sin que nunca, jamás, el Estado haya tenido la capacidad de Estadista para una solución digna.
TRES. Invaluable toda vida humana
En el caso con el desastre, digamos, natural, en el norte del Estado pues hay quienes, incluso, de la Conagua, asegurando que pudo preverse.
Por ahora, el último dictamen es de 35 (treinta y cinco) muertos.
35 hogares enlutados.
35 familias y en donde si fallecieron las madres y/o los padres, más niños huérfanos, incluidos los más de mil niños huérfanos por tantos feminicidios en el territorio jarocho.
Y durante el gobierno del par de Morenacos.
Por eso, entre otras razones de peso y con peso, de la población sublevada y encabritada en el norte de Veracruz.
Y en solidaridad, tantas ONG y activistas y fundaciones.
Y ciudadanos de a pie y motorizados, comunes y sencillos, mujeres y hombres.
CUATRO. Brigadas de búsqueda
Un líder magisterial se ocupa de la profe Ancelma Ramírez y su señora madre desaparecida.
Y, bueno, su declaratoria fue enviada a los titulares.
Se ignora, por ejemplo, si su misericordia y piedad ya lo llevaron a formar una comisión de profesores para buscar a la maestra y a su madre desaparecidas en el curso del río y aguas abajo.
Y es que únicamente así, con brigadas de búsqueda, posible su localización, pues ni modo que desde un helicóptero rastreen sus pistas.
CINCO. Frenética búsqueda, ajá
Más considerando que en caso del arrastre pluvial, los cadáveres (y de ser tal cual) bien estuvieran atorados en el tronco de un árbol.
Debajo de una maleza.
En una poza de agua revoloteando.
En un atolladero o atracadero.
Simplemente, es la hora de amarrarse un zipper y lanzarse a la búsqueda de la profe y su madre hasta encontrarlas y como al parecer las siguen rastreando. (lv)

