Una voz contra Trump
**La Doctora Polo
**Latinos discriminados
ESCALERAS: Una voz más, y una gran voz moral, respetada y respetable en Estados Unidos, se ha levantando en contra del presidente Donald Trump por su feroz policía migratoria.
Es la doctora Ana María Polo. “Caso cerrado”. Veinte años en el aparador de la caja chica. En la tele. Uno de los programas más escuchados en el país vecino. Incluso, ahora, con las repeticiones.
De origen cubano, licenciada, la doctora Polo ha apretado su R-15 en contra del huésped número uno de la Casa Blanca.
PASAMANOS: Dijo, dice, repite, cacarea: “Es difícil ser latino y no sentirse discriminado en EU en este momento.
La división es muy fea.
“Hay una discriminación clara y contundente en contra de los latinos”.
Y, bueno, con todo y su éxito y su respetabilidad y su autoridad moral, ta’canijo, duro y rudo, que ella misma también lo sienta y padezca.
Basta y sobra con ser latino sin papeles y con papeles para en automático parte, gran parte, de la población norteamericana, se exprese en contra.
Y discrimine.
Igual, igualito, digamos, como en su tiempo la histórica y bíblica discriminación en contra de la gente de color.
Con todo, incluso, que si Elvis Presley interrumpió exitoso en el palenque musical estadunidense fue porque copió y enalteció a la música compuesta, interpretada, cantada por los negros.
Además, asimilando y adoptando el clásico estilo personal de la población de color para bailar.
CORREDORES: Antes, mucho antes, la discriminación a la gente de color en EU.
Ahora, en la mira y desde el veinte de enero, 2025, los migrantes en la mesa de los sacrificios.
Vaya, cuando la esposa de Trump también fue migrante.
Por eso, cientos, miles quizá de norteamericanos, entre ellos, ciudadanos de a pie y motorizados…
Intelectuales…
Académicos…
Escritores… están migrando a otras latitudes geográficas.
Y migrando en desacuerdo total y absoluto con Trump.
BALCONES: Se ignora si la declaratoria de la doctora Polo trascenderá en la política migratoria de Trump.
En su estado de ánimo.
En su filosofía política y social y étnica de concebir y mirar la vida.
Y, bueno, si hasta un milagro se diera para que Trump pudiera, digamos, revirar a la feroz cacería de migrantes y en donde como medida de presión están deteniendo a niños y bebés, hijos de migrantes, en las guarderías, las escuelas y los templos.
Y en los templos, donde en muchos de ellos se refugian los migrantes dada la solidaridad católica y apostólica.
PASILLOS: El peor sátrapa de la historia, Adolf Hitler (seis millones de judíos, de los cuales un millón eran niños, asfixiados en las cámaras de gases) renunció a sus sórdidos y siniestros sueños cuando se miró derrotado por el frío despiadado en Rusia.
Entonces, ordenó que mataran a su perro.
Le pegó un tiro a su esposa y se suicidó.
Y los soldados nazis cumplieron la orden de prender fuego a los dos cadáveres de aquella pareja.
Fue el Waterloo de Hitler.
Sabrán el destino y el chamán y los marcianos (tan de moda en Veracruz) el Waterloo de Donald Trump. (lv)