Autodefensas con Nahle
**Oteapan, llama prendida
**Harto el pueblo...
UNO. El sur, huracanado y polvoriento
Once meses después de iniciado el sexenio 2024/2030 y con la primera gobernadora, las primeras autodefensas aparecieron en el territorio jarocho.
En Oteapan. En el sur.
Y que para “combatir a la delincuencia”, luego, digamos, con las policías estatales y municipales, la Guardia Nacional, lo soldados y los marinos “a flor de piel”.
En el sexenio de Cuitláhuac García también aparecieron autodefensas. Y en el sur. Unos ganaderos organizados luego de que los malandros asesinaron a la esposa de uno de ellos.
Entonces, el ex los pulverizó, digamos, enviando fuerzas especiales que para desdecir el hecho.
DOS. Autodefensas con Javier Duarte
Con Javier Duarte, autodefensas.
Primero en Zongolica y en donde el secretario General de Gobierno, Érick Lagos, fue el operador para desbaratar aquel movimiento social.
De acuerdo con el trascendido citó en palacio de Xalapa al mero mero y lo desconvenció del intento luego, se afirmó siempre, “de untarle la mano” y que era la estrategia de Lagos para restablecer el orden.
Después, otro grupo de autodefensa y en los Llanos de Sotavento.
Tiempo cuando el secretario de Seguridad Pública, el capitán Tormenta, amenazó con la cárcel al fotoperiodista que tomara las gráficas.
TRES. Avisito con lonas…
La población y/o parte de la población de Oteapan organizada en autodefensas (Notiver, 4 de octubre, 2025).
Ya se hartaron. Están hartos.
Lonas en el pueblo para enmarcar su presencia.
Digamos, avisito a tiempo y en tiempo y forma…, digamos, para estar enterados en Xalapa.
Es más, retenes para vigilar el acceso a Soteapan.
Patrullando las calles.
Caray, hasta la advertencia de que si atrapan a un delincuente será linchado.
Antes, mucho antes de entregarlo a las autoridades (Notiver, Manuel Hernández).
En contraparte, insólito (y como siempre ha ocurrido en la historia pública de Veracruz), la gobernadora negando la existencia de las autodefensas.
Las negó Cuitláhuac García. Las negó Javier Duarte. Por ejemplo.
CUATRO. Hora de prender las farolas…
El avisito ahí está. Latente y vigente.
Hora, solía asegurar el capitán Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador, de prender farolas pues es mediodía y con sol y el pueblo asegura que es de noche.
En Oteapan, parte de la población dando la cara.
En otras demarcaciones, el aviso de vecinos organizados para enfrentar, de entrada, a los rateros y raterillos, ladrones y ladronzuelos de casas, coches y comercios de abarrotes y hasta tendajones.
En la realidad concreta y específica, la indignación crónica en un Veracruz donde la seguridad en la vida y los bienes en ningún momento están garantizados por el llamado Estado de Derecho.
CINCO. Luchar para ser libres
La autoridad, entonces, ya lo sabe.
Ante la impotencia y la incompetencia oficial para combatir a la delincuencia organizada, las autodefensas y en donde cada miembro dispuesto está a “ofrendar la vida”.
Más, considerando al himno nacional describiendo que “un soldado en cada hijo te dio”.
El legítimo derecho a luchar para ser libres y dignos. Y vivir en paz. (lv)