Y, claro, los padres significan la ternura inalterable de la madre y la firmeza del padre… Uno y otro orientando y reorienta la vida… Y los abuelos al lado de ellos… Como dicen por ahí, “en las buenas y las malas”…

CURVA PELIGROSA: Los expertos enmarcan las mil caras que una persona suele tener en la vida… Por ejemplo… Una es la imagen que cada persona tiene y/o creer tener sobre sí misma… Otra, la imagen que en verdad, en verdad, en verdad, proyectan a los demás, incluso, a la familia y a los amigos… Otra, la imagen formada por la pareja, novia, esposa, amante… Otra, la imagen que la persona crea y recrea en los hijos… Y en los amigos… Y en los compañeros de trabajo… Y en los jefes… Y en los dueños de la industria y/o la fábrica y/o la empresa donde se labora… Otra imagen tienen las amantes en turno desfilando en la vida como en un carrusel de caballitos en feria pueblerina y aldeana… Además, si la persona es jefe, entonces, una imagen tiene y/o asume ante los jefes superiores y dueños del changarro y otra imagen suele tener en el trato con los subalternos… En todo caso, y como dicen en el rancho, “no somos moneditas de oro para caer bien a todos”…

AUTOPISTA DEL SUR: En el tiempo de la liberación femenina, a ninguna mujer del planeta se le puede pedir el sacrificio de Penélope, la heroica, abnegada y sufrida esposa de Ulises que tantos tantos tantos años lo esperó en Itaca cuando peleaba en la guerra de Esparta contra Troya… Y cuando luego del fin de la guerra que durara diez años se perdió en otras latitudes geográficas, entre ellas, enfrentando las tentaciones de las famosas sirenas… Entonces, Penélope creía en su regreso a pesar de tantos años transcurridos… Y por eso mismo, rechazó a montón de pretendientes… Incluso, tejiendo de día y destejiendo de noche nomás para no aburrirse… Penélope interpretada por Juliette Binoche en la película “El regreso de Ulises” y en donde Ulises es Ralpf Fiennes…

AUTOPISTA DEL NORTE: En su viaje a Ucrania, el escritor colombiano, Héctor Abad Faciolince, cuenta que un día asistió a una obra teatral en el Teatro Nacional Tarás Shevchenko en el poblado de Dnipró.. En su último libro, “Ahora y en la hora” (Alfaguara) revela que estuvo a punto de un infarto cardiaco maravilloso y fascinante cuando conociera “la perturbadora belleza de la actriz”, Slava Krasouvska… Es tan hermosa, escribe Abad, que “llamaba la atención de un modo irresistible”… “Diga lo que diga y haga lo que haga, uno se siente absolutamente absorbido, hipnotizado”… Ella, simplemente, roba cámara… Es más, confiesa que “por una mujer así su marido estaba obligado a no perecer en el frente y regresar vivo de todas las batallas”… Una mujer tan encantadora “llena de un indefinible encanto en la voz, en las facciones, en la forma de pasearse por el escenario, por la vida”…

RECTA FINAL: Cositas de escritores: Arthur Miller fue la segunda pareja de la bomba sensual y sexual, Marilyn Monroe… Y mientras ella era intensa y mediática, Miller era un hombre muy reservado… Y reacio a hablar en ruedas de prensa y en auditorios de su célebre esposa… El poeta Guillermo Apollinaire era tan pobre, tan pobre, tan pobre, que para llevar la despensa a casa impartía clases particulares… Y John Reed, el famoso cronista y escritor de “México insurgente” y “Diez días que estremecieron al mundo” con la crónica sobre la revolución rusa, estaba tan jodido que se puso de amante de una señora casada con un banquero y lo financiaba… Incluso, hasta un departamento le puso para estar juntos… Y día llegó cuando León Tolstói se hartó de su esposa y luego de trece hijos procreados huyó de la casa y para siempre… Incluso, en su lecho de muerte Tolstói la rechazó…

META: ¡Ay, los tiempos aquellos!... Tiempo existió, por ejemplo, cuando los hombres eran los únicos que vestían pantalones… Y cuando solo los hombres podían tener amantes… Y hasta dos y tres frentes… Y cuando los hombres tenían permiso para emborracharse y las mujeres la obligación de esperarlos al día siguiente en la cocina con una salsa de huevo bien picosita y unas chelitas… Y tiempo célebre latió cuando los hombres podían llegar a casa con un hijo nacido en otro hogar… Y cuando los hombres podían casarse luego de montón de aventuras mientras las mujeres debían ser rigurosamente vírgenes… Y cuando los hijos podían estudiar la universidad en tanto las hijas apenas, apenitas, la escuela primaria para saber leer y escribir… Y esperar a un valiente para contraer nupcias y salir de casa con el vestidito blanco… (lv)