Son mujeres, digamos, utilizadas para promover la venta de artículos y productos… Digamos, una especie de gancho para jalar el interés de hombres, cierto, pero también de la población femenina… Y vender y vender y vender como el objetivo superior…

ROMPEOLAS: Indicativo: en las últimas semanas, las fotos, digamos, porno y de mujeres se han multiplicado en los espacios del Internet… Fotos de mujeres hermosas y bellas, de piel blanca y de color, con caderas incandescentes mucho mejores que “el bamboleo de la chica de Ipanema camino al mar”, mostrando las bubis y las pompis y las piernas, y ofertando productos y servicios de casas comerciales…

ARRECIFES: Significativo en el tiempo de la liberación femenina pues desde las ONG y fundaciones hay activistas proclamando que la mujer deje de ser utilizada como objeto y sujeto publicitario… Incluso, hasta planteando que también los hombres anuncien productos y en igualdad de circunstancias sensuales y sexuales… Y su plegaria exhibida como una plegaria desatendida, nunca escuchada, en el palenque gubernamental… Entre otras dependencias, las secretarías de Gobernación y Educación Pública encargadas del área para regular los contenidos publicitarios y en los medios…

ESCOLLERAS: Nadie se asusta… Siempre ha sido tal cual… Pero ahora pareciera más intenso… Quizá feroz competencia para vender en tiempos difíciles de la economía… Quizá la rebatinga para vender mucho más… Pero como con la revolución tecnológica los niños nacen con un celular en las axilas y celulares con acceso a todo tipo de información, los menores y adolescentes con libertad para acceder a todo tipo de programas… Entre otras consecuencias, por ejemplo, el desarrollo frenético de la maternidad adolescente… Niñas de diez a catorce años y adolescentes hasta los 17 años, embarazadas…

PLAZOLETA: Tan abrumadores se han vuelto los anuncios porno y semiporno que de plano cuando por ahí se andan buscando noticias, dejan de leerse las noticias y los cibernautas prefieren navegar en la exhibición de los cuerpos femeninos… Casi casi como las vitrinas sexuales tan famosas en Ámsterdam… Las chicas sentadas en aparadores girando para que los cautivos arrobados las miren y admiren en sus fachadas y contrafachadas… Y con una sonrisa congelada para atraer… Es el tiempo vivido… Como un viajecito en el tiempo y el espacio a Sodoma y Gomorra, el par de ciudades consumidas por las llamas dado el apego al sexo y el licor… Las hijas de Lot, borrachas, seduciéndolo, mientras la madre convertida en estatua de sal… (lv)