Y por si las dudas, con una cabina simulando un cohete especial.
Y un hombre disfrazado de marciano.
Y una mujer y un hombre vestido de pilotos de nave marciana.
Y unas tacitas para el café con la foto de la Estrella Marciana con ropaje indígena.
Y con la leyenda en la taza de “# hasta Marte”.
¡Ah, hosanna, hosanna!: la Estrella Marciana en una pintura abrazando a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora Norma Rocío Nahle.

PASAMANOS: La Estrella Marciana se llama Victoria Gutiérrez Pérez.
Diputada local.
Jefazaza en la Comisión de Café en el Poder Legislativo.
Entonces, tuvo la genial ocurrencia (más, mucho más que idea esotérica) de proponer a los 49 (cuarenta y nueve) diputados locales restantes promover la venta del café de Veracruz en Marte.
A, Marte no está poblado.
B, la versión de que hay marcianos en Marte puro chorizo. Pitorreo, incluso. Con todo y la canción de que “los marcianos llegaron ya y llegaron bailando cha-cha-chá”.
C, con todo y que en Estados Unidos agencias turísticas ofrecen viaje de luna de miel a Marte, se ignora la demanda.
Y en todo caso, será un viajecito de luna de miel de unos días. Una vez, digamos, pasado el asombro.
Y, D, la oferta en EU de irse a vivir a Marte “porque ya no se puede vivir en la tierra” todavía sigue buscando aventureros intrépidos y audaces.

CORREDORES: Mientras, caray, si la Diputada Marciana tuvo la ocurrencia de vender café de Veracruz en Marte y se pitorrearon de ella las compañeras legisladoras, ella lo dijo en serio.
Y muy seria.
Por eso en el Festival Internacional (así le puso, festival internacional) del Café se vistió de chamana indígena para por si las dudas en un hecho sorpresivo se le aparecían unos marcianos.
Por ejemplo, los morenacos Zenyazen Escobar y Juan Javier Gómez Cazarín “haciéndole el caldo gordo” como marcianos.
Y en un descuido, hasta el jesuita y zapatista, Esteban Bautista, jefe máximo de la JUCOPO, para convalidar y dar fe notarial de que el asuntito de vender café en Marte va en serio.
De seguro, “veinte y las malas”, en Chiapas, en su finca, Andrés Manuel López Obrador estará festejando la ocurrencia.

BALCONES: De hecho, el hombre disfrazado de marciano y el par de pilotos de la nave marciana que diseñada en Perote forman parte del equipo planetario de la diputada Gutiérrez para irradiar y enaltecer, más que su ego, su ultra contra súper ego.
La vanidad y la frivolidad juntas.
Su inteligencia incandescente y su talento, su experiencia y fogueo político y partidista, su sensibilidad, apenas, apenitas alcanzan para hacer felices a los niños con la venta de café a los marcianos.
Casi casi como la firme creencia en Superman, Batman, Batichica y El Llanero Solitario y Toro.
La diputada como la Rarotonga jarocha de Yolanda Vargas Dulché.

PASILLOS: ¡Honor y gloria para la 4T que con tales ocurrencias se afianza “del lado correcto de la historia”!
Más, por ejemplo, con las rosas amarillas y rojas en la cabeza de la diputada Gutiérrez.
Y con el cabello pintado de rojizo quizá pensando que a los marcianos les gustaría el color rojizo.
Y con el huipil y sus muñequitos.
Y, claro, con el montón de hojas verdes en la cabeza propios para que los subalternos le preparen un tecito de la buena suerte y la mejor empatía con los jefes diputados marcianos y que de seguro jefes tendrá aquella raza de oro.
La Legislatura del jesuita y zapatista ha sido honrada para el resto del trienio.
Pero, bueno, una cosita es la libertad. Otra, el libertinaje. Y otras las ocurrencias. Y otras las vaciladas. (lv)