Comedores Estudiantiles en la U.V.
1 (Iniciados con el líder Gonzalo Morgado)
En la Universidad Veracruzana (UV) vuelve el tiempo de Gonzalo Morgado Huesca con los Comedores Estudiantiles.
Tiempo aquel del gobernador Rafael Hernández Ochoa, parece.
Tiempo cuando Morgado era líder estudiantil en la facultad de Comercio de la UV.
Y líder, además, del CEEFUV. Consejo de Escuelas y Facultades de la UV.
Máximo dirigente, Ángel Hernández, aquel dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria, FEV, que en momento estelar de su vida pública llegara una mañana al palacio del gobierno del Estado y ocupara la silla del gobernador y comenzara a despachar como jefe máximo.
Gonzalo Morgado abriéndose paso en el surco político y abonando en tierra fértil su liderazgo con los Comedores Estudiantiles.
El primero en Xalapa. El segundo en Veracruz puerto. Y así, multiplicándose en los entonces pocos campus de la UV.
Los Comedores, y como ahora en la Rectoría, para enaltecer la vida alimenticia y nutritiva y económica de los alumnos.
La mayor parte, por cierto, con padres con escasos y limitados recursos.
Cada mañana, Morgado, digamos, como buena y extraordinaria cocinera, checando en los comedores el mejor trato a los estudiantes.
Caray, en la ciudad jarocha, el joven Juan Zanoni de la Garza, futuro reportero y columnista estrella de par de periódicos, se indignó una mañana en un desayuno cuando le tardaron mucho, demasiado en servir.
Entonces, escribió su primera y única novela intitulada “La gorda debe morir”.
“La gorda” y que así denominara a la señora encargada del Comedor Estudiantil.
El resultado fue peor: Zanoni, expulsado de aquel comedor.
Ahora, con el sociólogo de la Sorbona, Martín Aguilar Sánchez, como Rector por cuatro años más elegido por la mini Junta de Gobierno, de nuevo los Comedores.
Al momento lleva instalados diez.
Los dos últimos, en el campus de Veracruz y Boca del Río.
La comida al mediodía para los alumnos, treinta pesos.
La comida al público en general, 50 pesos.
Así, expresó la autoridad en el corte del listón simbólico, “para comer como halcones” y sin ninguna alusión a comer como perritos hambrientos y tragones.
Mejor dicho, comer bien.
A sus horas.
Y barato. Baratito.
Sopita calientita. Guisado fuerte y nutritivo. Dos, tres, tortillitas. Agua fresquecita. Desde agua simple y sencilla hasta de limoncito. Sandía. Melón. Fruta de la temporada.
Claro, de entrada, el beneficio sería desparramado en la población universitaria los próximos cuatro años de Martín Aguilar.
Pero concluyendo su periodo, y como suele aplicarse en el sistema político, el sucesor bien podrá darlo de baja.
Fue el mismo caso, por desventura, cuando Morgado Huesca pasó de la política estudiantil a la política social.
Los Comedores Estudiantiles de entonces dados de baja.
La política, afirmaba Juan Maldonado Pereda, cuatro veces diputado federal, “es un tragadero de hombres”.
Y de mujeres, claro.
Y de programas sociales.
2 (Gran visión social)
Con todo, Gonzalo Morgado vive.
Su huella, su sensibilidad, su visión social, permanente y vigente.
Lástima que de entonces a la fecha (el doctor Roberto Bravo Garzón como rector de la Universidad Veracruzana, parece), los Comedores Estudiantiles fueron borrados de un plumazo.
¡Muerto el Rey, viva el Rey!
3 (Cuatro años tardó Martín Aguilar)
Con todo, el Rector UV tardó cuatro años para lanzar los Comedores Estudiantiles.
Pero, bueno, una vez más, el escritor Alfonso Reyes ha tenido razón cuando afirmaba que en México se llega con muchos años de atraso a la civilización.
Más, cuando la UV es la única casa de estudios superiores en Veracruz ofertando espacios para la inmensa, gigantesca, incalculable población juvenil hijos de indígenas, campesinos, obreros y clase media baja y media media.
La mayoría, y como suelen afirmar incluso los directores de facultades, muchachos mal comidos, mal nutridos, mal alimentados en el día con día.
“Comida de estudiantes” como suelen decir entre ellos.
Y así, caray, con el estómago con las tripas chillando resulta difícil ejercitar la inteligencia incandescente y el talento.
Las mentes más brillantes suelen quedar apagadas.
4 (Mirar lejos)
Por eso, la visión social de Gonzalo Morgado.
Digamos, como don Arturo Lorente González cuando fuera presidente municipal de Veracruz y creara el Instituto de la Superación Ciudadana, vigente muchos años después y desde el siglo pasado, para estimular y animar y reanimar a los mejores ciudadanos en todos los órdenes.
Y desde niños con los mejores promedios en la escuela primaria.
5 (Institucionalizar los Comedores)
Algún programa en la administración pública existirá en la UV para, digamos, institucionalizar los Comedores Estudiantiles.
Y, claro, de paso, para evitar que los futuros Rectores lleguen con “la espada y la guillotina desenvainada” y los desaparezcan “por equis y/o por angas o por mangas”.
Quizá. Quizá. Quizá.
6 (Justicia social)
Los estudiantes de la UV, hijos de padres con limitados recursos económicos, también están en la lista de los pendientes de la justicia social.
Además, el legítimo derecho a recibir una educación de calidad y con calidad para ser competitivos en el mercado.
Y en la dura y ruda lid con la vida.
Nunca podrá olvidarse, por ejemplo, a los niños indígenas y campesinos quedando dormidos en el pupitre en el salón de clases por la jodida y pinche desnutrición y anemia legendaria y bíblica. (lv)