En Alcohólicos Anónimos…
**De sanar enfermos etílicos...
**A curar drogadictos
ESCALERAS: En la Asociación de Alcohólicos Anónimos, AAA, están, parecen estar, cambiando de giro. De la terapia curativa para los enfermos etílicos, ahora la atención mayoritaria para los adictos a las drogas.
Entre otras, marihuana, fentanilo, cristal, cocaína, crack y solventes.
Así lo dimensiona la reportera Cinthya Sánchez en reportaje publicado en el diario Milenio.
Más todavía: la mayoría de los adictos en AAA son jóvenes.
Por eso, quizá, entre otras razones de peso y con peso, el furibundo ataque de los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malosos y malandros a los grupos de AA.
PASAMANOS: Fundada en 1935, la AAA tiene hoy unos 123 (ciento veintitrés) mil grupos en el mundo.
Y en México suman trece mil.
En noventa años, la AAA ha salvado un número incalculable de vidas. Todos, enfermos etílicos.
Incluso, casos duros y rudos por tantos años de “empinar el codo”. Digamos, por ejemplo, borracheras de todos los días.
Y, de paso, matrimonios destruidos y en donde en un acto de gran dignidad, las parejas decidieron abandonar al marido con todo e hijos antes de entrar en la lista negra de los feminicidios.
CORREDORES: En muchos, muchísimos pueblos de Veracruz hay un grupo de AAA.
Pocos empezaron. Pero “con el tiempo y un ganchito” fueron multiplicándose. Y día sobrevino cuando la fuerza social era intensa.
Más, en aquellos poblados donde la iglesia católica se añadió a la causa.
En Orizaba, por ejemplo, hay un ex alcohólico transfigurado en un activista ejemplar.
Jubilado, varios días a la semana la pasa en la montaña negra de Zongolica asistiendo a grupos de AAA y al mismo tiempo, fundando más en la sierra.
Y aun cuando ha sido amenazado por los malandros, se sostiene firme, inalterable, en su misión que ahora considera apostólica.
BALCONES: Los AAA, siempre tan generosos, solidarios y humanistas, han dado el siguiente paso.
Y se han abierto a los adictos a las drogas.
Más porque las adicciones están causando mayores estragos a la población.
Desde luego, siguen atendiendo a los enfermos etílicos pues el consumo de alcohol es creciente.
Y las tentaciones muchas.
Más todavía cuando se reincide, como aquel novio jurando y perjurando a la novia que si se casaban dejaría el alcohol.
Después, otra vez le entró. Entonces, juraba que cuando fuera padre del primer hijo se retiraría por completo.
Y por desventura así continuó estafando a la esposa y a la familia.
PASILLOS: Se trata de una labor extraordinaria de los AAA.
Ejemplar. Gran modelo social.
Además, independientes y autónomas pues suelen vivir con las aportaciones que cada enfermo suele dar y de acuerdo con sus recursos.
De pesito en pesito como las gallinitas se llena el buche.
Y suficiente para pagar, entre otros pendientes, el alquiler de un local, la luz y el agua.
Y comprar el cafecito que los mismos enfermos preparan.
La famosa terapia de los doce pasos. (lv)