Profe excepcional
**Gran pedagogo
**Mesurado y tolerante
EMBARCADERO: Francisco Gutiérrez González fue un maestro excepcional... Fuera de serie... Su materia, Géneros periodísticos, los dominaba muy bien... Además, en medio de la enseñanza de la táctica narrativa solía incluir historias de vida y la clase se tornaba más interesante... Incluso, hasta historias de reporteros locales... Además, impartía la materia como si fuera actor de teatro... Es decir, subiendo y bajando el tono de la voz
Su voz en el mismo decibel que la enseñanza… Entonces, la clase se tornaba más interesante… Y si de pronto por ahí descubría a un compañero durmiéndose se plantaba frente a él hasta corretear el sueño… Y sonreía…
ROMPEOLAS: Siempre solía invita a los alumnos con vocación reporteril a su trabajo en el periódico El Dictamen diseñando páginas… Y, claro, los enseñaba a diagramar… Y les enseñaba el estilo periodístico para evaluar noticias y enviarlas de principales y subalternas… Y siempre con una tolerancia, prudencia y mesura insólita… Nunca perdía el control de sus emociones… Respetuoso de los derechos humanos… Su vocación era enseñar… Además, su dicha y felicidad…
ARRECIFES: Pero más, mucho más se le recuerda porque luego de la faena diaria en el periódico de cuatro de la tarde a diez de la noche solía invitar un lecherito y canilla en el café de La Parrroquia… Y en el café, la plática continuaba… Más historias… Y desde luego, historias relacionadas con el periodismo… Incluso, hasta confidenciales… Y lo que lo perfilaban más humano… Más generoso… Más solidario… Es más, en medio del lecherito abría su famoso portafolio color negro y que siempre cargaba y en medio de los papeles arrumbados sacaba un libro… Y era un libro para el alumno… “Ten, decía, para que aprendas a escribir mejor”…
ESCOLLERAS: Bien pudiera escribirse que con tantos libros obsequiados los estudiantes que lo seguían pudieron iniciar su biblioteca… Nunca prestaba los libros… Por el contrario, los obsequiaba… Y un ratito después, unas dos semanas, y en otro lecherito, solía preguntar sobre el contenido del libro… Su mayor dicha era que el alumno lo hubiera leído… Era un profesor sencillo y modesto… Siempre viviendo con “la medianía de su salario”… Siempre de su casa a la facultad de Periodismo y al periódico y a su casa de regreso en la noche…
PLAZOLETA: Su grandeza fue múltiple… Como académico, periodista y amigo… Mantuvo la distancia con las tribus políticas y nunca les debió nada… Su vida giró alrededor del salón de clases y de la sala de redacción… Incluso, fue profesor en la escuela primaria y director de un colegio oficial… Y fue el primer alumno en la antigua facultad de Periodismo, hoy de Comunicación, de la Universidad Veracruzana… Y aquel primer alumno se convirtió en director de la FACICO de entonces, de igual modo como años después otros estudiantes, entre ellos, Edelmira García, Rocío Ojeda Callado, Lorena Laurencio Meza, Ignacio Alberto Oropeza, Romeo Figueroa Bermúdez, Arturo García Niño, Dámaso Nájera Sánchez, Alberto Juárez y José Luis Cerdán… (lv)