Heroína social
**Salvó a su hija
**En un incendio
ESCALERAS: Las Choapas, quizá Moloacán, en el sur de Veracruz, tienen una heroína. Gran heroína. En un Veracruz necesitado de seres superiores. Mujeres que parecen, son, gigantes.
En Las Choapas hubo una explosión en la tienda departamental Coppel el sabadito 13 de septiembre.
Una madre de 21 años de edad blindó con su cuerpo a su hija en brazos de 2 años de edad; Karina Cortés Gómez, originaria de Moloacán, efectuaba unas compras en la tienda.
La niña, y por fortuna, resultó casi ilesa.
Pero la madre registró quemaduras graves en el 90 por ciento del cuerpo.
La internaron en el hospital comunitario de Coatzacoalcos. La trasladaron al Hospital Regional del puerto de Veracruz.
Pero murió.
Salvó a su hija de morir en medio de las llamas.
PASAMANOS: Karina Cortés Gómez es la primera víctima de la explosión en Coppel.
Y con todo, su muerte fue, es, será siempre, ejemplar.
Todo por los hijos.
La vida por una hija menor. Mejor dicho, una bebé.
Protegió con su cuerpo a la bebé.
En un siniestro donde también existieron otros lesionados. En el informe preliminar, cuatro más. Y las cuatro, mujeres.
Lilia, Marisol, Juana y Rosa del Carmen.
Karla Cortés, elevada a la categoría de heroína. Gran heroína social. Más, mucho más allá del amor de madre.
CORREDORES: Karla Cortés es una heroína, digamos, social.
Ninguna relación con la política. Ni menos, con las ideologías. Ni tampoco con un partido político.
Ni menos, perteneciendo a un gremio como, por ejemplo, el músico, como cuando el Flamer mayor, Roberto Bueno, despachaba como presidente municipal de Veracruz y construyó una estatua para los músicos.
Tampoco es la versión femenina de Porfirio Díaz Mori, a quien el alcalde de Orizaba le erigió una estatua en una avenida de su Pueblo Mágico.
BALCONES: Ni menos una Alfredo Vladimir Bonfil, el líder campesino fallecido en La Antigua cuando el helicóptero en que viajaba se desplomó y como preferido del presidente Luis Echeverría Álvarez su estatua le construyeron.
Incluso, el nombre de Karla Cortés Gómez merece la beatificación.
Mínimo, mínimo, mínimo, que una calle de Las Choapas y/o de Moloacán y/o de ambos municipios sea bendecida con su nombre.
En ningún momento se trata de glorificar a nadie de forma inmerecida.
Sin pensar más que en la sobrevivencia de su hija, la madre arropó y pudo blindar a la bebé.
Y su grandeza maternal y social en el más alto decibel de la vida.
PASILLOS: Vaya, hasta un documental de la escuela de cine Luis Buñuel de la Universidad Veracruzana.
Y/o el grupo de cine del sur de Veracruz con varios documentales filmados.
Una sonata de música clásica. Una canción. Un bolero. Un corrido.
Su vida. La vida de su familia. La vida de los suyos. (lv)