Ahora, el presidente del Consejo Empresarial Metropolitano de Xalapa, Bernardo Martínez Ríos, lo ha denunciado con precisión: Desde hace un mes, dijo, aprox., las extorsiones al gremio empresarial y comercial.
Y todos, proviniendo del interior de los penales.

PASAMANOS: Los últimos treinta días, recrudecidas las extorsiones.
Y en el llamado “Veracruz está de moda”.
Y en donde, además, alardean que en Veracruz “el índice de inseguridad ha bajado mucho, muchísimo”.
Y festinando convenios de seguridad con los gobernadores de los estados limítrofes.
Pero lo escribió Morris West en su novela “El arlequín”:
Los grandes imperios y emporios se destruyen desde adentro.
En el caso, desde adentro de los penales.
Nada, pues, ha cambiado y/o parece haber cambiado desde el motín en el penal de Tuxpan con nueve muertos presos y diez presos heridos.
Más el asesinato del alcaide.
Y, claro, de paso, el crimen del alcaide de La Toma de Amatlán.
Tampoco nada ha cambiado con la llamada requisa policiaca a uno que otro reclusorio.
Treinta días los empresarios y comerciantes de Veracruz en el infierno.
La única medida adoptada, caray, es la conseja de que nadie conteste llamadas de teléfonos desconocidos.
La misma, la mismita recomendada a la mitad y la otra mitad de la población.

CORREDORES: Treinta días en el infierno. Más los días y semanas y meses anteriores. Más los que faltan.
Como premisa universal, en los CERESO los presos privilegiados con celulares. Incluso, varios celulares.
De acuerdo con películas filmadas en la materia, desde las celdas suelen llamar los presos malandros a las víctimas.
Y el terrorismo puro.
Más que el miedo, “el miedo al miedo” alentado desde una celda.
Y, claro, todos ellos, con operadores en libertad.

BALCONES: En el boletín han cacareado que con las requisas en los penales incautados celulares y un poquito de droga.
Cierto, nadie lo duda. Pero una cosita es embargar celulares, digamos, a los presos comunes y sencillos, pobres y jodidos. Y otra, a los presos influyentes.
Es más, por aquí podrían quizá, quizá, quizá, incautar los celulares a un preso poderoso y el mismo día o día siguiente lo abastecerían de más aparatitos.

PASILLOS: En la mirada del líder empresarial de Xalapa se necesita operar la mano firme. Inalterable.
Y retirar los celulares a todos los reclusos mafiosos. Sin miramientos. Aplicando el llamado Estado de Derecho, aquel garantizando la seguridad en la vida y los bienes.
Más cuando si la autoridad en el penal permite y tolera el uso de los celulares significaría que recibe “su gran mordidita”. (lv)