Diputado, bajo sospecha
**Se pasó de tueste...
**Loas en Tatahuicapan
ESCALERAS: La autoridad política, social y moral del exjesuita y ex zapatista del subcomandante Marcos, dos veces alcalde y dos veces diputado federal, y ahora diputado local, Esteban Bautista, está evidenciada.
Bajo sospecha.
Fue en su pueblo. Tatahuicapan. En ceremonia ante la gobernadora.
Entonces, el trascendido de que Bautista, el profe de escuela primaria, “acarreó” a sus simpatizantes para tirarle incienso delante de la jefa del Poder Ejecutivo estatal.
Y tirarle incienso porque, se afirma, tiene pleito casado con el presidente municipal en funciones.
PASAMANOS: En la elección de alcaldes de mediados del año, Esteban Bautista tuvo un candidato y fue derrotado en las urnas.
Y derrotado por el hijo del alcalde Vladimir González Martínez, militante del Partido del Trabajo.
Entonces, y con todo y su formación jesuita, la derrota política y social y partidista ha carcomido las entrañas de Bautista.
Y las heridas están abiertas y sangran.
Así, de pronto, en el evento en Tatahuicapan, las huestes de Bautista abuchearon al presidente municipal en funciones.
Y el abucheo fue tan intenso que en el trascendido la gobernadora necesitó intervenir llamando, ajá, a la unidad política.
CORREDORES: Desde luego, y a primera vista, nadie percibiría que Bautista aceleró a los suyos en contra de su adversario y quizá enemigo político.
El alcalde.
Más cuando Bautista ya fue edil.
Y cuando ahora es diputado local.
Y cuando, además, titular de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo.
Aquella que, por ejemplo, maneja el erario.
Además, jefe máximo de los diputados locales de MORENA.
Pero de igual manera, bien pudiera sentirse que en ningún momento Bautista previó lo imprevisible.
Y las huestes, huestes son, y habría sentido que dadas las circunstancias “en el pueblo chico, infierno grande”, nada mejor como abuchear al político opositor.
Una de las grandes cualidades de un político es prever lo imprevisible.
Pero, bueno, en la disputa por los halagos y loas, el mundo suele ponerse “patas arriba”.
BALCONES: Mal síntoma para Bautista la intervención de la gobernadora convocando a la unidad.
Más porque las pasiones políticas como las pasiones del corazón y del sexo pasiones son.
Y como escribiera Gustavo Le Bon en el libro sobre la sicología de las masas, la muchedumbre es irracional.
Además, Bautista como el dicho popular, “candil de la calle y oscuridad de su casa”.
PASILLOS: Es decir, abanderando la honestidad en el caso de su antecesor, Juan Javier Gómez Cazarín.
Abanderando la honestidad denunciando a un comunicador que por pedirle ochenta mil pesos mensuales como convenio para hablar maravillas de su trabajo legislativo.
Abanderando la esperanza de resolver el caso de la Rectoría de la Universidad Veracruzana.
Abanderando la solución a la embestida oficial para derrocar a la fiscal general.
Y gritoneando la integridad total y absoluta del manejo del erario en el Congreso.
Y en Tatahuicapan, su Waterloo.
Casi casi como el general griego, Pirro de Epiro, cuando exclamara en el campo de batalla que “con otra victoria así… estaremos perdidos”. (lv)