Y escuchando a los músicos clásicos… Y mirando y admirando la galería de las pinturas y escultores de los famosos…. Y, claro, leyendo en Internet sus historias y sus historias de sus piezas artísticas…

ROMPEOLAS: Y mirar y admirar el cielo en las noches y en la madrugada… Cielo sin estrellas… Cielo sin la luna… Cielo con nubes grisáceas y sombrías y que hasta de miedo llenan las neuronas y el corazón… Y el cielo pintado todo de azul como si fuera una gigantesca y suave colcha o sabana de seda… Y admirar asombrados la forma como la noche va perdiendo fuerza ante la inminente claridad del día… Y las nubes ocultando la luna y saludando la llegada del sol…

ARRECIFES: Se trata de un viaje mágico y maravilloso… Además, además, además, sin costo alguno… Por ejemplo, en otro tiempo, en el siglo pasado, si se deseaba escuchar música se necesitaba comprar los discos… Y tener un tocadiscos en casa… Ahora, y por fortuna, existe Alexa, la plataforma espléndida para, y entre otros hechos y cositas, escuchar música… Y de todo tipo… Y por fortuna, el mismo caso con la lectura de libros… Están en Internet… Y pueden leerse de gratis… Y todo, caray, desde en casa y en casa… Sin asomarse a la calle… Y desde el balcón respirando la brisa marina y el viento de la tarde y noche, fresco y tibio…

ESCOLLERAS: ¡Gloria eterna a los inventores del Internet!... ¡Y de los celulares y las Alexas y las plataformas digitales y los WhatsApp!... Incluso, para los creadores de las videollamadas para hablar con los hijos y los nietos y los demás familiares y los amigos viviendo en el otro extremo del mundo y mirándose cara a cara, frente a frente, a través del celular… La vida es ruda y dura… Pero también, bella… Y si con buen ánimo y mejor karma y fario se buscan los satisfactores para pasar bien, lo mejor posible, un día y una noche, entonces, el paraíso terrenal…

PLAZOLETA: Ningún viaje tan maravilloso como, por ejemplo, escuchar a los clásicos y leer en Internet sus vidas, sus historias personales… La historia del pueblo y la nación donde nacieron… Y las circunstancias sociales, políticas, económicas, educativas y religiosas predominantes… Y hasta con sus tribus políticas… Vaya, por Internet, la posibilidad de navegar en las páginas de los museos más famosos del mundo… La dicha inmensa de vivir a plenitud… Y exprimiendo todo el jugo a la vida… (lv)