Por ejemplo: En Veracruz, el infierno.
Además de preseas nacionales en feminicidios, desapariciones, secuestros, extorsiones, asesinatos, fosas clandestinas e impunidad, la peor tragedia.
En los forenses de Veracruz hay un aproximado de 2,700 (dos mil setecientos) cadáveres... sin identificar.
Y sin entregar a los familiares.
Además, un rezago de 28 (veintiocho) mil peritajes.
Lo dice el INEGI.
Y ni modo que la fiscalía general, y de paso, el gobierno del Estado, lo nieguen.
Y/o en todo caso, anuncien una conspiración en contra de Veracruz para evidenciar el cacareo aquel de que "Veracruz está de moda".
Veracruz, en cadáveres almacenados en Forenses, por encima de Quintana Roo, Chihuahua y Guerrero.
¡Hosanna, hosanna, por la fiscalía general!
Y, claro, la desidia y la indiferencia de la autoridad superior.
Pero, bueno, cuando la Fiscal tomó posesión acuñó frase bíblica: "Aquí... mando yo".
Ella... ha sido, es, congruente.
Sigue mandando.
Por eso mismo, quizá, los jueces y magistrados del nuevo Poder Judicial en Veracruz se purificaron.
El ritual religioso indígena.
Los indígenas... a cargo.
Casi casi, la honestidad valiente y la purificación moral en su más alto decibel, ajá.
Cada tribu política con sus obsesivas obsesiones.
Su reality-show.
¡Vaya forma de engatusar!
Flores y palmas en el ritual.
Ofrendas de maíz.
Frijolitos, naranjas y limones.
Y café y cacao.
Sonido musical de tambores y caracoles.
Alfombra de flores.
Y el bastón de mando.
¡La nueva religión política laica!
En la iglesia dicen: "Podéis ir en paz la misa ha terminado".
El festín judicial apenas, apenitas, inicia...
¡Arriba la 4T!
El par de rostros de la impartición de la justicia en Veracruz.
En un lado de la moneda, la exhibida del INEGI con los 2,700 cadáveres sin identificar en los Forenses.
Y en el otro lado, las bendiciones de la religión indígena a los nuevos jueces y magistrados.

2 (Tantos muertos rebasan capacidad oficial)

De acuerdo con quienes saben, una razón de peso y con peso para tantos cadáveres amontonados en los Forenses de Veracruz es la siguiente:
Una:
Por aquí un cadáver era reportado, digamos, por ciudadanos anónimos, avisando a la policía, la policía lo levantaba y entregaba a la fiscalía.
Y la fiscalía los refundía en el Forense, sin aplicar las pruebas correspondientes, ente otros hechos, para su identificación.
Dos:
Tan es así que, por ejemplo, cuando la fiscal general tomó posesión reveló que había mil trescientos cadáveres sin identificar.
Ahora, el INEGI revela que son 2700.
Es decir, mil cuatrocientos más en la era de doña Verónica Hernández.
Tres:
Tantos muertos en los cuatro puntos cardinales del estado jarocho se fueron acumulando que rebasaron la capacidad oficial para su identificación.
Entonces, los levantaban y almacenaban en los Forenses sin investigar.
Cuatro:
Además, y lo que faltó al INEGI, los cadáveres en las fosas clandestinas de norte a sur y de este a oeste.
Cinco:
La razón superior para el liderazgo de Veracruz en los cadáveres sin identificar es, parece ser, la incompetencia, el principio de Peter, archivando cadáveres.
Toda una galería mortuoria, pues, en la entidad jarocha. (lv)