Ataque cibernético
**Porno a la mano
**En páginas web
UNO. Pornografía tecnológica
Las hay posando con un vestidito bien ajustado, ajustadito. Y de frente, luciendo unas caderas insolentes con unas piernas sólidas como si fueran las columnatas de un museo de pintura.
Pero también posando de lado y exponiendo en el palenque público la espalda larga como si fuera autopista y/o un carril del hipódromo y terminando en unas caderas tan prolongadas donde puede colocarse una copa de vino blanco y sin resbalar ni caerse.
DOS. Revolcando el deseo
Otras chicas, por ejemplo, posan con ropa interior mínima y en actitudes insinuantes y provocativas despertando y motivando el deseo y la pasión y el sexo.
Otras más, de plano, posando desnudas, como dice el viejito del barrio, “como Dios las trajo al mundo”.
Y de ñapa, mostrando la belleza corpórea. Desde la fachada hasta la contrafachada. Desde las bubis y el estómago y las piernas y las partes íntimas hasta la contrafachada con el conjunto corpóreo más hermoso de la vida y que suele iniciar en la espalda y pasar a las pompis y continuar en las piernas.
TRES. Derretir a los humanos
Otras más posando acostadas bajo abajo y luciendo las pompis a veces delgadas y bien diseñadas, y en otras ocasiones, pompis excesivas y que más bien parecieran operadas y abultadas exprofeso para derretir a los ministros de Dios, a los jesuitas y a los filósofos filosos y a los ascetas.
Y, claro, con una sonrisa más grande que la tajada de una sandía dibujada por Diego Rivera en el cuadro inmortal.
Y una sonrisa plena en los ojos iluminando las horas del día y de la noche.
Incluso, actrices jóvenes en fotos tomadas cuando eran adolescentes y muchachos, digamos, como Marilyn Monroe quien a los diecisiete años posara desnuda para un fotógrafo a cambio de unos dólares para comer que hambre, mucha hambre, tenía, luego de escapar de un reformatorio.
CUATRO. Feroz ataque cibernético
El ejército anterior de fotos forma parte del intenso y feroz ataque de Internet en las páginas web en línea.
De hecho y derecho, como si se tratara de vender más y más productos a través de las fotos femeninas con poses sensuales y sexuales conscientes todos de que “el sexo mueve el mundo” como demostrara Sigmund Freud en sus treinta libros en la materia.
Antes, mucho antes, eran unas cuantas fotos. Ahora, simplemente, es un ejército. Incluso, cubriendo todos los espacios en la computadora.
Y, bueno, resulta inevitable mirar y detenerse en una que otra página.
La vista sobrevolando sobre cada foto para encontrar la imagen ideal de la mujer soñada.
CINCO. Vigilar contenidos
De acuerdo con la ley, las secretarías de Gobernación y Educación Pública son las responsables de vigilar los contenidos en los medios, las revistas y las páginas de Internet con sus anexos y conexos de correos electrónicos, WhatsApp, Tik Tok y Facebook, entre tantos otros.
Y si el Internet está plagado de fotos eróticas, de entrada, significaría que hay luz verde de la autoridad.
El sexo… a la distancia de un teclazo.
Y de paso, citas sexuales. (lv)