Amiga de Nahle... cae en desgracia
*De forma abrupta, la gobernadora exigió la renuncia a la dirección del COBAEV a Carla Lizbeth Rosas Mora, hija de Esmeralda Mora, alcaldesa de Nanchital, amiga personal de Rocío Nahle; hace 39 años Esmeralda Mora le abrió las puertas en el Complejo Petroquímico Pajaritos a la hoy gobernadora Rocío Nahle
*El COBAEV, institución educativa cuyos negocios y contratos tienen nombres y apellidos: Fernando Bilbao Arrieta, yerno de Rocío Nahle, y el titular de la SEFIPLAN, Miguel Reyes Hernández, quien tiene la consigna de asignar contratos a la gente que le envíe el exdirector de CFE, Manuel Bartlett, amigo de López Obrador y aliado de Nahle en la Secretaría de Energía.
*En ocho meses de gobierno, el COBAEV lleva ya tres directores generales; es una institución que aglutina más presupuesto que la Fiscalía, casi lo doble que el Congreso Local, casi iguala en presupuesto al Poder Judicial del Estado.
Por Noé Zavaleta
Esmeralda Mora Zamudio, alcaldesa saliente de Nanchital, Veracruz, durante 39 años se consideró cercana a la hoy gobernadora de Veracruz, Norma Rocío Nahle García. “Soy una de sus mejores amigas” solía decir. La conoció cuando la recién egresada de Ingeniera Química con especialidad en Petroquímica por la Universidad Autónoma de Zacatecas (generación de egresados 1986) llegó a pedir trabajo en el Complejo Petroquímicos Pajaritos en el sur del estado.
Desde Coatzacoalcos, morenistas fundadores cuentan que fue Esmeralda Mora la primera amiga que tuvo Nahle en aquella ciudad, pues fue Mora -supervisora administrativa de PEMEX- quien ayudó a aquella “jovencita zacatecana” recién egresada y “desorientada”, de apenas 23 años de edad a acomodarse en una pequeña vivienda de empleados de la paraestatal.
Es Esmeralda Mora quien la va incorporando en Pajaritos y luego en los complejos de Cangrejera y Morelos en las áreas administrativas y financieras, así como en procesos, planeación y control de calidad, donde a la postre conoce a su hoy esposo y asesor honorario de la SEDARPA, José Luis Peña.
Ese lazo fuerte de amistad y que fue creciendo con los años ha quedado completamente roto, más de tres décadas después, el 26 de junio del 2025, cuando de forma abrupta y a los gritos Norma Roció Nahle exigió la renuncia de la Dirección General del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV) de Carla Lizbeth Rosas Mora -hija de Esmeralda Mora y casi ahijada de la gobernadora- quien apenas duró cuatro meses en el cargo (febrero 25 fue nombrada).
Del 2021 y hasta finales, Rosas Mora ocupó la presidencia del DIF Municipal en Nanchital; la propia Nahle la telefoneó para invitarla a ocupar un cargo de dirección en el DIF Estatal, también telefoneo a Monserrat Murrieta, sobrina del alcalde de Tlapacoyan, Salvador Murrieta.
Carla Lizbeth Rosas apenas duró 86 días en una de las varias direcciones que tiene el DIF estatal, pues a decir de su madrina “Rocío Nahle” recibiría la oportunidad de su vida al llevar las riendas de los 71 Colegios de Bachilleres del Estado de Veracruz repartidos desde Pánuco hasta Las Choapas.
“NO TE METAS CON EL YERNO; NO CON MIS NEGOCIOS”
El primer director que tuvo el COBAEV en el segundo piso de la Cuarta Transformación fue el expriista y discípulo de Salvador Manzur Díaz -el creador de la frase “los programas sociales son oro molido- Felipe Sosa Hernández, menos de tres meses duró al cargo de los bachilleres veracruzanos su pecado fue meterse y querer hacer negocios con las cooperativas del COBAEV, parcela de poder otorgada a Fernando Bilbao Arrieta, yerno de Rocío Nahle y amigos.
Fue Tania Peña Nahle la encargada de acusar a Rocío Nahle con su mamá. Un morenista de la SEV aún recuerda la llamada que recibió Claudia Tello: “Hola comadre, ¿quién carajos es Felipe Sosa?”. Tello, ruborizada de cuerpo a cuerpo, “pintó” lo mejor que pudo a Sosa, sin embargo, al otro lado del teléfono la orden fue crucial: “No me importa, me lo corres hoy mismo de ahí. Es más, que en mis eventos o a donde yo vaya y estés tú que ni se aparezca… Ya te aviso yo al rato quien va en su lugar”.
Fue así cómo Carla Lizbeth Rosas llegó en lugar de Felipe Sosa a la dirección del COBAEV, no sin antes recibir instrucciones muy precisas de su mamá, la alcaldesa de Nanchital, Esmeralda Mora.
“Tú dedícate a administrar el COBAEV, a ver la infraestructura, las mejoras, a atender peticiones y a los directores… En los negocios de las cooperativas de los 71 planteles no te metas… Oye las quejas de padres de familia y atiéndelos…pero no te metas”.
Con esa clara instrucción, Rosas Mora transitó en el COBAEV lo que restó de febrero, todo marzo, abril y mayo; el problema vino en junio, cuando al momento de renovar la contratación del seguro institucional de los 71 planteles -que protege por daños a planteles ante huracanes o sismos, pérdida total o parcial de parque vehicular y otro tipo de averías-, la directora e hija de la alcaldesa de Nanchital decidió irse por la libre, no escuchar al enviado del titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN), Miguel Reyes Hernández, y contratar a la empresa que daba el seguro institucional más económico y con mejor cobertura, de paso le ahorraba tres millones de pesos al erario veracruzano.
Sin embargo, dejaba sin “margen de ganancia” al secretario, Miguel Reyes, y a la empresa que estaba “marcada” para ser beneficiaria con el contrato, una empresa recomendaba por el exdirector de CFE, Manuel Bartlett, amigo cercano del expresidente Andrés Manuel López Obrador y aliado de Nahle en la Secretaría de Energía.
El teléfono rojo de la dirección general del COBAEV volvió a sonar, una iracunda, Rocío Nahle soltó a su ahijada: ¿Quién te autorizó a contratar el seguro institucional por tu cuenta?... “Escogí el que creí mejor y daba mejores garantías” excusó la aún directora y casi ahijada de Nahle, Carla Lizeth Rosas, aún directora general.
“Me presentas tu renuncia hoy mismo” contestó con mano dura Rocío Nahle. Un día después, la especialista en Derecho Electoral y marketing político, exrepresentante de MORENA ante el OPLE y lo más importante, integrante del “Grupo Coatza”, Lorena Martínez Cabrera, fue colocada al frente del instituto.
En ocho meses de gobierno, el COBAEV lleva ya tres directores generales. Es una institución que aglutina más presupuesto que la Fiscalía, casi lo doble que el Congreso Local, casi iguala en presupuesto al Poder Judicial del Estado. Son más de mil, 600 millones de pesos en contratos, servicios personales y otros negocios que son la “manzana de la discordia” en el actual régimen.