Un vocero para los pobres
**Y para los desaparecidos
**Y para niños huérfanos
UNO. Un vocero para los jodidos
Los políticos suelen tener un jefecito de prensa. Un vocero. Un cabildero. Y de igual modo muchos otros sectores de la población también lo necesitan.
Por ejemplo: Los migrantes de Veracruz (un millón) en Estados Unidos requieren de un jefe de prensa, además de para la defensa en el país vecino, para animar y reanimar la creación de empleos en el estado jarocho.
Y empleos dignos. Estables. Y cubiertos con justicia laboral.
Los Colectivos, integrados con padres (más madres porque los padres trabajan) con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos también han requerido siempre, siempre, siempre, un vocero.
Más con tanto desdén y menosprecio de la Fiscalía General.
DOS. Un vocero para los huérfanos
Las mujeres feminicidas en los cuatro puntos cardinales de Veracruz están urgidas de un jefe de prensa.
Más porque en la mayor parte sus casos permanecen en la impunidad. Y sin nadie que se ocupe.
Y al mismo tiempo, sus hijos (más de mil niños huérfanos al momento) reclaman a gritos un vocero.
Su caso ha de ventilarse en el palenque de la administración pública pues están más olvidados que todos.
TRES. Un vocero para los desaparecidos
Las mujeres y los hombres decapitados y en muchos casos sus cadáveres colgando de puentes y abandonados en el centro de una discoteca y un antro claman un vocero eficaz y eficiente.
Y ni se digan los secuestrados y desaparecidos.
Más en un territorio jarocho donde la semana anterior fueron desaparecidas más de doce personas en un dos por tres.
Un jefe de prensan para la primera reportera asesinada en la era Nahle, Avisack Douglas Coronado en Rodríguez Clara.
Y para el primer reportero desaparecido y en Pánuco, Miguel Ángel Amaya, en Pánuco, director del periódico Pánuco Online ocurrido el 13 de abril.
Y a la fecha, uno y otro caso con carpetazo de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, la dependencia estatal fiel a Nahle, la góber morenaca.
CUATRO. Un vocero para los pobres
Seis de cada diez habitantes de Veracruz viven en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración a Estados Unidos.
Y todos y cada uno de ellos en cada comunidad y poblado y municipio bien merecen un jefe de prensa que se ocupe de ellos clamando el día más hermoso de la vida como es el día de la igualdad económica y social, educativa y de salud y de seguridad y procuración de justicia.
CINCO. Un vocero para los niños con cáncer
Los niños con cáncer y los adultos pobres con cáncer y los enfermos con limitados recursos económicos esperan un vocero para que su asunto (el olvido que los ha olvidado) sea atendido simple y llanamente, con recursos oficiales.
Caray, las madres de los niños con cáncer boteando en la calle para comprar las medicinas tan caras.
Muchos de los sectores anteriores tienen, cierto, activistas.
Y al mismo tiempo, los activistas también serían más notorios con un jefe de prensa.
El niño cuando nace emite su primer berrinche para ser escuchado y para que los padres tomen nota. (lv)