Barata de abrazos
**Abrazar perritos
**Y árboles mejor
EMBARCADERO: Desde que alguien inventó el Dia de los Abrazos, como el día del amor, de la madre, del profe, del niño, de la fiesta patria, los abrazos se abarataron... Más cuando AMLO, el ex, acuñara frasecita demagógica, populachera y barata de que para los carteles y sicarios “abracitos y besitos porque también son seres humanos”... Y empobrecieron tanto los abracitos que la mitad del mundo y casi casi la otra mitad apostó por abrazar a la mascota preferida
Un perrito… Un gatito… Incluso, a un árbol de pochota con todo y las punzadas en el estómago…
ROMPEOLAS: Un médico gay solicitaba explorar al paciente recostado en el desván que para auscultarlo… Luego, sugería darse un abracito… de amigos, decía… “Ve con Dios” exclamaban los panistas en el poder y solicitaban un abracito, sobre todo, hombres… Famoso el abrazo de Acatempan entre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide… El abrazo del dictador Porfirio Díaz Mori a su yerno gay y cuando le susurra al oído la verdad histórica: “El presidente da y quita”… Y le quitó la candidatura a gobernador por el Estado de México…
ARRECIFES: El abracito en la barandilla judicial entre la pareja recién divorciada y como si fuera “el beso del diablo”… El abrazo de los amantes delante de sus parejas matrimoniales… Jesucristo negó el abrazo a Judas cuando lo había vendido por treinta monedas a los fenicios… Pancho Villa y Emiliano Zapata se respetaban, pero nunca se dieron un abracito… Se duda que las esfinges Venustiano Carranza y Lázaro Cárdenas del Río abrazaran a los suyos en alguna ocasión, ni siquiera por un cumpleaños… El Papa Juan Pablo Segundo negó un abracito al sacerdote de la Teología de la Liberación en Nicaragua, el poeta Ernesto Cardenal…
ESCOLLERAS: El abrazo de los padres a los hijos y los nietos… Y viceversa… Y en ningún momento solo en el día del cumpleaños, por ejemplo… Una nieta pide a su abuelo: “Abrázame fuerte, fuerte, fuerte”… El “Día (sacrosanto) de los Abrazos”, una chica suele plantarse en el zócalo con una cartulina en los manos y con la siguiente plegaria: “¿Te puedo dar un abrazo?”… Y la muchacha es dichosa y feliz…, casi casi como la chica de Ipanema “con su dulce bamboleo… camino al mar” en las tardes de Brasil…
PLAZOLETA: Desde luego, claro, claro, claro, el mundo sería mejor si en lugar de tiros, balazos, fuego cruzado y escurridero de sangre en la cancha pública todos repartiéramos abrazos a los familiares y cercanos… Pero también, a los distantes… Un abrazo a una persona lejana, incluso, tóxica, bien podría cambiar la vida hasta de la gente roñosa… Por desventura, en el relato bíblico nunca Jesucristo sonríe ni tampoco reparte abrazos… Y ni hablar, quizá ninguna razón poderosa tenía ni sentía… (lv)