En el tiempo de los nazis de Adolf Hitler, las personas desaparecían cuando las encaramaban a los trenes y los trenes partían a los campos de concentración y a las cámaras de gases.
Y punto.
Ahora, desaparecen de un día para otro. Y de una noche a otra. Y a cualquiera hora del día.
Incluso, secuestrados y desaparecidos en su misma casa.

PASAMANOS: “Les guste o no les guste”, Cuitláhuac García Jiménez heredó a Nahle siete mil cuatrocientos desaparecidos de acuerdo con el informe de los Colectivos, integrados con madres y padres con hijos y parientes desaparecidos.
Una de las primeras Fernanda Rubí, la hija de la señora Araceli Salcedo, desaparecida de una discoteca en Orizaba.
Uno de los primeros el hijo de la maestra de Literatura Lucy Díaz Genao en la ciudad de Veracruz.
Unos Colectivos han documentado que en los primeros dos meses del año ya con Nahle desaparecieron doscientas personas.

CORREDORES: “Les guste o no les guste”, entre los desaparecidos familiares, amigos, compañeros de trabajo y del salón de clases, del taller y la fábrica y del surco.
Y por eso mismo, gran pecado mortal que los ciudadanos de a pie y motorizados sean, podamos ser, omisos, occisos e indiferentes a tanta crueldad.
Y por una razón de peso y con peso:
Los feminicidios son una pesadilla.
Los secuestros, una pesadilla.
Los asesinatos, otra pesadilla.
Las extorsiones, otra pesadilla.
Las fosas clandestinas, otra pesadilla.
Pero, todo indica, los desaparecidos constituyen la madre de todas las pesadillas.
“Les guste o no les guste”.

BALCONES: Y los desaparecidos, la madre de todas las pesadillas, porque la familia vive y padece un tormento en las horas del día y de la noche.
¿Estará vivo el pariente secuestrado y desaparecido?
¿Estará comiendo?
¿Lo estarán torturando?
¿Le darán sus medicinas?
¿Podrá asearse?
¿Les darán ropita limpia?
¿Dormirá tranquilo?
¿Regresará a casa?
¿Será ejecutado y su cadáver arrojado por ahí en una calle, una avenida, un camino, una carretera, a la orilla de un cañaveral, aparecerá flotando en el río o en una laguna, tirado al Golfo de México?
Caray, y así como están las cosas desde la muerte de la profe pensionada y taxista de Álamo, Irma Hernández Cruz, en la angustia y la desesperación alguien de la familia bien puede morir de un infarto.

PASILLOS: “Les guste o no les guste”, la desaparición de personas constituye el más grave, duro y rudo pendiente social en la era Nahle.
Lo fue con Cuitláhuac García. Y con Javier Duarte. Y anexos y conexos.
Simplemente, la incapacidad oficial de la tribu guinda y marrón para garantizar el llamado Estado de Derecho y que en teoría “la seguridad en la vida y los bienes”. (lv)