Matrimonios sin sexo
**Y desde hace 20 años
**Y viven juntos...
EMBARCADERO: Una señora comparece con la conductora Rocío Sánchez Azuara en el programa televisivo, “Acércate a Rocío”... Entonces, y en medio del asuntito que la lleva, la señito confiesa su realidad... Desde hace cinco años ninguna relación íntima con su pareja... Y Azuara queda atónita... Sorprendida... “¿Cinco años?” repregunta incrédula... Y la señora, concreta y específica... “Cinco años”
Pero, bueno, la realidad avasallante es otra… De acuerdo con un cabildeo hay parejas matrimoniales con diez, quince, veinte años sin una relación sexual… Indicativo y significativo: y siguen viviendo juntas…
ROMPEOLAS: Unas veces, observa una señora, porque el fuego sexual se apagó y ni cenizas quedaron… Otras, por una infidelidad, digamos, imperdonable… Otras ocasiones porque en el día con noche y noche con día así, tal cual, se fueron habituando… Otras más porque de plano se divorciaron y la mujer, más que el hombre, eliminando la palabra, el concepto, pasión, de su diccionario… Pero, bueno, cinco, diez, quince, veinte años sin una intimidad en la pareja equivale al fin del mundo, el Apocalipsis…
ARRECIFES: En el paraíso celestial y luego de expulsados por culpa de la tentación de la manzana prohibida, Eva y Adán procrearon cinco hijos… Tres mujeres y dos hombres… Caín y Abel… Cosas de la vida y el destino… Caín, lleno de envidia por Abel, el hijo bueno, lo mató… Y desde entonces, y en la religión católica, la profecía y la maldición en la vida humana… Caray, a los novecientos años, Matusalén tenía mujeres y con hijos… Pancho Villa casó veintinueve ocasiones y procreó veintiocho hijos… Casi casi, un hijo por mujer… Lo dijo Sigmund Freud en treinta libros: “El sexo mueve el mundo”…
ESCOLLERAS: Con todo, hay parejas sin relaciones íntimas desde hace un montón de años y así viven dichosas y felices… Tal cual, se entienden… En todo caso, la otra profecía sicológica de que en la relación entre una mujer y un hombre empiezan como novios… Pasan a amantes… Derivan en matrimonio… Y muchos años después, terminan como hermanitos… Pero también, digamos, el hombre ante la mujer como el hijo canijo que, entre otras linduras, se esconde de mamá para cometer fechorías sexuales… Digamos, “candil de la calle y oscuridad de la casa”…
PLAZOLETA: Lo dijo aquel: “Cosas veréis, mi querido Cid”… En realidad, inverosímil una pareja matrimonial siga vigente sin hacer el amor y el sexo… Bien dirán que continúan juntos por los hijos… Y hasta por los nietos… Y para evitar el mal ejemplo a los descendientes… Desde luego, nadie dudaría de una relación amatoria por ahí de uno y/o del otro y/o de los dos… Pero siempre (claro, claro, claro) con bajo perfil… Una especie de amor clandestino, muy clandestino, y en donde únicamente está informada la pareja extraconyugal… (lv)