Gran limpia penitenciaria…
1 (“Prueba de fuego” para Nahle)
El destino ya alcanzó al gobierno de Veracruz. Motín en el penal de Tuxpan. Parte del reclusorio incendiado. Por ahora, ocho muertos. Diez heridos.
En el fondo, la sublevación de los reos porque los malandros les cobran el llamado “derecho de piso”. Y, caray, hasta en los reclusorios.
La extorsión, pues.
Peor, mucho peor: el trascendido de que un ex director del penal es el jefe de jefes de los malandros.
Digamos, y más allá de que “Veracruz esté de moda”, la realidad aplastante:
En los penales, el cogobierno.
En un lado, la autoridad oficial.
Y en el otro, la autoridad de la delincuencia organizada y/o común y anexos y conexos.
Y, bueno, con todo y “ahogado el niño”…
Y toda vez que van ocho muertos más diez heridos por el motín sabatino…
Y con todo y que sexenios y sexenios de cogobierno…
Y considerando que el derecho de piso está manifiesto en el reclusorio de Tuxpan…
Y focalizado el mal…, bien podrían las corporaciones policiacas y penitenciarias iniciar la gran limpia, claro, claro, claro, en el penal de Tuxpan.
Pero al mismo, en todos los reclusorios de Veracruz.
Digamos, y de acuerdo con que “Veracruz está de moda”, un ejemplo, un modelo, de Veracruz para el resto de la nación.
Nahle, tomando una de las decisiones universales más importantes del sexenio.
Y por denominarla de alguna forma, la purificación penitenciaria, por ejemplo.
Ocho meses después de la era Nahle, el motín en Tuxpan.
Los presos, hartos de los abusos.
Ocho meses de operar el penal en tales circunstancias y desde la dirección de Prevención Social, ni fu ni fa.
Tolerancia.
Y que, bueno, algunos bien pudieran interpretar como aceptación de los malandros en Tuxpan como jefes máximos.
“Veinte y las malas” que igual, igualito, están, estarán, estarían el resto de los penales en el territorio jarocho.
Ocho muertos.
Diez heridos.
2 (Efímero director de Prevención…)
Fidel Herrera, góber, nombró al priista Ceferino Tejeda Uscanga director de Prevención y Readaptación Social.
Dos, tres días después, sonó su teléfono directo en la oficina.
Una voz desconocida le dijo, aprox.:
“Cada mes deposito una lana al director. Dame tu número de cuenta”.
Luego se presentó.
Era un jefe malandro.
Un día después, Ceferino Tejeda presentó su renuncia al gobernador.
La sucesora, una mujer, siguió al frente de la dirección el resto del sexenio.
Una vieja, antigua, milenaria y bíblica práctica como paso y garantía para que los malandros operen en los reclusorios con la libertad del mundo.
Con los ocho muertos (y no precisamente por un infarto) y los diez heridos la hora cero para Nahle.
Actuar o hacer que el Ser Superior le está hablando…
“Le guste o no le guste”.
3 (Los carteles cogobiernan)
Insólito que los carteles y cartelitos impongan su ley en los penales.
Pero, bueno, así sucede en el sistema penitenciario mexicano.
Y quizá, quizá, quizá, en el resto del mundo.
Nahle, por cierto, fue citada en varios periódicos extranjeros, entre ellos, el periódico francés, Le Figaro, por el motín en el penal de Tuxpan.
“Veracruz (ya se sabe) está de moda”.
4 (Dueños de los penales)
La fama pública registra que en los penales los malandros controlan todo. Y/o casi todo.
La circulación de la droga y el alcohol.
La prostitución.
Las visitas conyugales.
La venta de la comida.
Los teléfonos celulares para desde adentro seguir manejando a su ejército de sicarios y pistoleros, malosos y malandros, entre otros hechos y cositas, para el secuestro, la desaparición y el asesinato.
Y hasta las fosas clandestinas.
Por eso, incluso, los Colectivos, integrado con padres y madres con hijos y parientes desaparecidos suelen hurgar en los penales esperando hallar a los suyos.
Etecé. Etecé.
¡Vaya ironía con el título de la dirección de Prevención y Readaptación Social!
La fama pública de los penales como escuelas con maestrías y doctorados en delitos penales y civiles y anexos y conexos.
5 (La historia nunca absuelve. Hechos son hechos)
Y, bueno, “les guste o no les guste”, el cogobierno penitenciario ahí está.
Sigue en los penales.
Desde “la noche de todos los tiempos”.
Y decir, por ejemplo, “les guste o no les guste” que luego del “niño ahogado”, todo está en paz en el penal de Tuxpan, bendito el Ser Superior que así es…
Más luego de los ocho muertos y diez heridos ni modo que la secretaría de Seguridad Pública, la Guardia Nacional, los soldados y los marinos fueran incapaces.
El pendiente está en todos y cada uno de los reclusorios del Estado de Veracruz.
Unos veinte. Quizá más, aprox.
Engolosinarse con que en el penal de Tuxpan hay paz mientras en Tuxpan y el resto de las prisiones domina y predomina el cogobierno se llama populismo.
Populismo barato, ramplón y demagógico.
En cada motín, feminicidio, secuestro, desaparición, extorsiones y fosas clandestinas, bajo evidencia y sospecha el ejercicio del poder y la tarea de gobernar del palacio de Gobierno de Xalapa.
El mismo destino que Cuitláhuac García, Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte, por ejemplo.
Anexos y conexos… de cara al pasado.
6 (Extorsión, eje rector)
El motín en el reclusorio de Tuxpan fue por la extorsión.
Unos presos malandros cobrando el llamado “derecho de piso” a los otros presos.
Del mes de diciembre del año 2024 al mes de julio de 2025, ocho meses de la era Nahle.
Y “les guste o no le guste”, ocho meses, primero, de desdén a la vida penitenciaria con Nahle.
Y ocho meses de la superficialidad con que la dirección de Prevención y Readaptación Social ha manejado los penales.
Por eso, entre otros hechos, la sublevación de reos.
Lo bueno es que “Veracruz de moda” y hasta en la prensa de Europa. (lv)