El político honesto
**Y congruente
**Toda alabanza, vituperio
ESCALERAS: “Sabedlo, príncipes y vasallos” (Salvador Díaz Mirón), ya lo dijo el Santo Papa y el jaranero de la iguana y Zenyazen Escobar García: “Siempre he sido honesto.
Y congruente.
Y en el marco de la legalidad” (La Jornada Veracruz, 26 de julio, por cierto, fecha del triunfo de “Los barbudos” en Cuba derrocando al dictador norteamericano, Fulgencio Batista).
Caray, a Diógenes, aquel buscando en las calles de Grecia al Hombre Ideal con una lámpara al mediodía y con sol, le falló su tiempo.
Zenyazen. El honesto. El congruente. El hombre puro. Puro entre los puros.
PASAMANOS: Lo dijo a partir del trascendido de un ranchito en la Sierra del Gallego de Córdoba.
Pero de igual modo, también incluyó su vida pública.
Uno, strippero. Dos, vocero de profesores insurgentes. Tres, diputado local. Cuatro, líder de la JUCOPO. Cinco, secretario de Educación. Seis, fallido aspirante a la candidatura de MORENA para gobernar Veracruz. Y séptimo, diputado federal.
CORREDORES: En la escuela primaria, conseja popular enseñan los profes: “Toda alabanza en boca propia es vituperio”.
Incluso, en el vertiginoso vuelo a la pureza, Zenyazen y en defensa de sí mismo habló “de los traumas y resentimientos de sus promotores”.
Digamos, los emisarios del pasado como les denominaba Luis Echeverría Álvarez.
Los enanos del tapanco según José López Portillo.
Los corruptos como exclamaba Andrés Manuel López Obrador.
¡Ay, Zenyazen!
Aquel secretario de Educación de Cuitláhuac García, su hacedor en todo y con todo, que en comparecencia legislativa solía acarrar maestros al Congreso cargando uno, los más, una cartulina y declarándolo el profe de todos los tiempos.
Más, mucho más íntegro, honesto, honrado, capaz, eficiente y eficaz que Enrique Rébsamen, Enrique Laubscher, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo.
BALCONES: Bien pudiera, entonces, considerarse que del gabinete legal y ampliado de Cuitláhuac García, Zenyazen fue y es “el más honesto y congruente”.
Incluso, y en una de esas, “más honesto y congruente” que el gabinete legal y ampliados y anexos y conexos de Nahle.
Y, claro, por encima mil, dos mil, tres mil años luz de distancia de Éric Patrocinio Cisneros Burgos, el secretario General de Gobierno, “El dos” de Cuitláhuac.
Tan honesto Zenyazen que, por ejemplo, alardea “las reformas legales en materia de bienestar social, seguridad pública, salud, campos y derechos de los ciudadanos” aprobados en el Congreso federal, y en donde “veinte y las malas” ni baranda tocó en su elaboración ni tampoco en su defensa en la tribula parlamentaria.
PASILLOS: Tan honesto Zenyazen que al momento ni una sola palabra sobre la muerte de la profesora pensionada de Alamo, Irma Hernández, a quien unos diez sicarios, encapuchados todos, encañonaron cuando la tenían arrodillada y leyendo un comunicado malandro.
Y cuando luego del sustito, tremendo sustote, en ningún momento murió (dice Nahle) en un asesinato, sino infartado.
Zenyazen, callado. En silencio. Evadiendo el tema.
Pero, bueno, en el reino de la transparencia ética así son, suelen ser, los políticos honestos.
Honestos “a prueba de bomba”.
¡Hosanna, hosanna! (lv)