Realidad detestable
**Espinas y cardos
**En Liberación Femenina
ESCALERAS: Con todo y la liberación femenina hay una realidad detestable: el camino laboral de las mujeres todavía está sembrado de espinas, cardos y abrojos.
Y lo peor, derecho, derechito al Gólgota.
El Gólgota que desde la crucifixión de Jesús todos cargamos en la espalda como una profecía bíblica.
Por ejemplo, a partir de los treinta años de edad, la perspectiva laboral para la mayoría de mujeres está cerrada.
Tocan puertas y puertas y siempre, por lo general, están cerradas.
Ni se diga para a las mujeres de 40 años y el tostón cumplidos.
PASAMANOS: Peor, mucho peor, cuando por pendientes, digamos, familiares, los padres enfermos, hijas únicas necesitan buscar una chamba de medio tiempo.
Entonces, la vida en contra.
Y con truenos y centellas en cada amanecer y anochecer.
Más cuando los padres están enfermos.
Y sin pensión.
Y/o con una pensión limitada, digamos, de entre tres mil y cuatro mil pesos mensuales.
Mil quinientos, por ejemplo, que suelen cobrar los médicos especializados.
Más de dos mil que suelen costar treinta pastillitas de un medicamento.
CORREDORES: En tales circunstancias, ni modo que la hija contrate una enfermera para cuidar y atender a los padres.
Por una razón de peso y con peso: las enfermeras cobran seiscientos pesos por turno.
Más todavía cuando velan en el transcurso de la noche.
Y con el salario de medio tiempo para una mujer, el infierno total y absoluto.
De hecho y derecho, la liberación femenina únicamente está y/o parece estar beneficiando a las mujeres políticas.
Aquellas favorecidas con un cargo público y/o de confianza. Y hasta por Dedazo. El famoso Dedazo creado y fortalecido en la era priista.
BALCONES: En contraparte, los hombres tienen más oportunidades laborales que las mujeres.
En trabajos técnicos y de ingeniería.
Incluso, hasta como choferes.
Vaya, ayudantes de albañiles, pintores, electricistas, por ejemplo.
Y hasta los famosos "Viene viene" en los restaurantes y cafés y laborando en la calle y desde la calle.
Hay "Viene viene" hombres. Nunca por ahí se ha visto una mujer.
PASILLOS: Con todo y la liberación, los patroncitos y gerentitos y jefes de personal prefieren a hombres en vez de mujeres.
Digamos, quizá, quizá, quizá, falta aterrizar el proceso de madurez laboral de los hombres jefes.
Y advertir y aceptar que las mujeres son más capaces, más productivas, más creativas y con mayor iniciativa.
Y más íntegras y honestas.
Y más leales.
Mucho todavía queda en la lucha por la liberación femenina. (lv)