El secretario de la Defensa, Pete Hegsth, muy solicito con el jefe máximo, Donald Trump, con la posibilidad de que las prisiones militares para los migrantes serían (¿serán?) en Indiana y Nueva Jersey.

PASAMANOS: A la par, la reconstrucción de la famosa prisión de Alcatraz, en la bahía de California, para enviar a los migrantes.
Incluso, con un costo a fechas actuales de dos mil millones de dólares.
Todo, para redondear la feroz persecución de Trump contra los migrantes, treinta millones de mexicanos y de los cuales un millón son originarios de Veracruz.
Más los migrantes de América Central como Guatemala, Honduras y El Salvador.
Y Venezuela. Y del continente africano.
Los más.

CORREDORES: Desde México, la tibieza.
Dichosos y felices de que Trump llame a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como la mujer maravilla.
Los migrantes han sido vejados y humillados como nunca.
Refugiados en sus casas una parte por temor a ser detenidos y deportados.
Sin presentarse a sus fuentes de empleo con todo y vivir a la quinta pregunta. Necesitados para ellos alimentarse y enviar remesas a las familias.
Los hijos, sin asistir a clases para evitar una captura y la deportación.
Los puestos callejeros de fritangas mexicanas, por ejemplo, retirados de la vía pública porque la policía migratoria está a la ofensiva y contraofensiva.
El muro Trump en la frontera norte.
Más las boyas en el río Bravo.

BALCONES: Más el número impresionante de la policía federal en la frontera norte en vigilancia y al acecho para detener a los migrantes en su entrada a EU.
La intromisión de la policía migratoria en iglesias, templos, casas de asistencia social y escuelas.
En California, la huelga de migrantes en los ranchos como medida de presión.
Pero con baja respuesta pues los migrantes necesitan chambear.
De hecho y derecho, vivir con la incertidumbre, la zozobra, el miedo, el miedo al miedo, el pánico, el terror y el horror todos los días y noches.

PASILLOS: Y al mismo tiempo, la firmeza de la Casa Blanca con los aranceles a los países migratorios.
Entre ellos, a México.
El último arancel al tomate mexicano.
Uno más, a partir del primero de agosto, con un arancel generalizado para todas las exportaciones de México del treinta por ciento.
Y en paralelo, la estrategia de Trump de alabar y tirar incienso a Sheinbaum.
El presidente de la nación más poderosa del mundo jugueteando y volviendo a jugar con México.
La vida migrante, un infierno.
Los paisanos que necesitan huir de México buscando un trabajo digno en EU porque aquí, las tribus políticas son incapaces de animar y reanimar la creación de empleos y cubiertos con justicia laboral. (lv)