CURVA PELIGROSA: Por cierto, entre algunos de los memorables postres después de comer están los siguientes… 1) Un preparado de coditos, pedacitos de jamón y piña y leche Nestlé… 2) Los volovanes de piña… 3) El pastel tres leches… 4) Las papitas bien fritas, tronantes… 5) Las nueces… Y, 6) la nieve de guanábana del barquillero del barrio cuando pasa al mediodía anunciándose con su chicharra… Claro, si por ahí se tuviera una botellita de torito, a nadie daña un vasito y hasta con hielitos nadando… Ultra contra súper banquetazo de postre… Además, baratito… Además, caseros todos… El papel cinematográfico estelar de Jennifer Aniston estuvo (todavía vigente) en la serie “Amigos”… Ella, tierna… Ingenua… Inocente… Bonita… Guapa… Atractiva con su figurita delgada y fina… Cariñosa… Y cada vez cuando se le cae a uno la baba mirándola y admirándola “el corazón late con fuerza por la excitación”…

AUTOPISTA DEL SUR: El escritor Ernest Hemingway tenía una obsesión… Escribió un reportaje (“Verdes colinas de África) donde asienta: “Yo solo quería vivir y sentirme feliz y cazar hasta cansarme”… En el continente africano fue cazador y era un experto… Y conocía a la perfección los hábitos y costumbres de los elefantes, los búfalos, los antílopes, los leones, los tigres y las palomas… En Cuba tenía un yate y era pescador… Y conocía como pirata de los siete mares las especies de peces y róbalos y ballenas… En Estados Unidos fue boxeador y conocía las reglas, los secretos, las estrategias y las mañas de los “más pintados”… En España fue adicto al toreo y era amigo cercano y entrañable y de parrandas de los toreros más famosos… Además de conocer la naturaleza propia de los toros… Cubrió tres guerras mundiales (la primera y la segunda y la guerra de España) y conocía hasta los secretos militares… Ningún escritor tan informado, documentado y sensible…

AUTOPISTA DEL NORTE: Hemingway, quien casara en cuatro ocasiones y procreara dos hijos con la segunda mujer, montón de amantes, entre ellas, actrices exitosas, solía afirma que “la felicidad se alcanza cuando se ama a una mujer de verdad”… Entonces, habría de colegir que el escritor norteamericano una de dos, de verdad amó y a varias mujeres… O, por el contrario, una cosita afirmaba como machito que siempre fue considerado y de otra forma trataba a las mujeres… O, en todo caso, que sus neuronas y corazón eran como un hotel de cinco estrellas con más de cien habitaciones para
albergar tantos quereres… Y de igual modo como alardeaba de los leones, tigres, elefantes y búfalos cazados en África, también de sus trofeos femeninos…

RECTA FINAL: En Suecia descubrieron el paraíso terrenal… Y de forma sencilla y maravillosa… Por ejemplo, en Estocolmo hay aprox. unos siete mil huertos creados y cuidados por personas de la sexta, séptima y octava década… También por gente madura y jóvenes… Cada uno procura sus espacios verdes… Y en donde siembran hortalizas, verduras, vegetales, tomates, flores y plantitas… Por lo regular son de 90 (noventa) metros cuadrados… Incluso, los hombres en vez de andar emborrachándose siembran papas… El terapeuta familiar asegura que así mejora la salud mental y física… La gente se vuelve menos depresiva… Y menos ansiosa… Y con un mejor sueño… Y sin andar con la soledad galopante… Simplemente, un respiro al ajetreo urbano… Y cada vez más y más población se une al movimiento social…

META: A las dos de la mañana de ayer jueves, una gigantesca luna llena, totalmente blanca, incluso, con el par de conejitos las figuras que suelen formarse en su interior como cuentan los abuelos… El cielo, sorteando entre el azul y el blanco… En ningún momento, nubles blancas, sino un manto enorme color blanco… Por desgracia, sin estrellas… En el siglo pasado, la luna era objeto y sujeto literario de los poetas… Lo escribió Hemingway: “El paisaje es mejor que la gente”… En la noche y la madrugada, el chipi chipi… En el techo de casa se escuchaba la caída de las gotas en la azotea… Y la calle, solitaria… Sin una pareja de gatitos por ahí gimoteando… Ningún ladrido… Nada interrumpiendo el sueño de los perritos… Las hojas de los árboles agitándose con suavidad… Un tierno y dulce bamboleo de las hojas… Entonces, solo quedó escuchar a Alexa en la sonata “Claro de luna” de Beethoven… (lv)