Por ejemplo...

PASAMANOS: En la formación combinan el salón de clases con prácticas obligatorias laborales.
Y pagadas.
O también, incentivan las estancias en el extranjero con experiencias de estudios o laborales.
Así, los jóvenes están acostumbrados a estar alejados de sus zonas de confort y con lo que desarrollan sus aptitudes, cualidades y atributos para ser, hacer, estar y trascender.
Dos, el apoyo estatal que financia el alojamiento de estudiantes en el extranjero y las ayudas para el alquiler de los servicios juveniles.

CORREDORES: Tres, el incentivo cultural a mudarse temprano de casa. Y en el caso, la vivienda social es más accesible.
Además, el mercado laboral, más inclusivo y flexible.
Hay salarios mínimos altos, horarios flexibles, permisos económicos.
Y, sobre todo, se trata de una cuestión cultural: desde jóvenes promueven la responsabilidad individual y la autodeterminación.
Entonces hay normas culturales que legitiman irse de casa temprano.

BALCONES: Emmanuele recuerda un video en Youtube de un muchacho que vivía en Dinamarca y explicaba que allá la cultura del trabajo es muy diferente.
Allá, por ejemplo, no cuenta la cantidad sino la calidad.
Y en ningún momento, el trabajo en sí debe ser la prioridad de la vida estudiantil.
Es decir, la vida no tiene que estar dedicada enteramente al trabajo.
Entonces, el modelo educativo es de flexibilidad" , palabra que aún, lamentablemente, no existe en el vocabulario de muchos países, incluyendo Italia.

PASILLOS: En los países del centro-norte de Alemania para arriba, la sociedad empuja a los jóvenes a una independencia tanto laboral como personal.
Y, claro, con un seguimiento oficial y familiar, digamos, para evitar desviaciones. Y confusiones. Y hasta pérdida de tiempo, tan valioso en la vida. (lv)