Vaya, hasta los niños de pueblos ribereños confrontándose con la muerte y a temprana edad…

ROMPEOLAS: El último caso en la semana anterior rebasó todos los antecedentes… En Zongolica desaparecieron cuatro personas, al parecer, internadas en un centro de rehabilitación… Y días después, cuatro personas (una mujer, menor de edad, y tres hombres) flotaron en el río Blanco, a la altura de Omealca… Y según las versiones, los cuatro cadáveres forman parte del cuarteto secuestro y desaparecido en Zongolica… Los cadáveres fueron tirados al río a la altura de Cuichapa, desde donde flotaron hasta Omealca… ¡Vaya destino de los ríos y lagunas!... Y, claro, también del Golfo de México donde con frecuencia también son panteones de los malos…

ARRECIFES: Por eso, ninguna duda de que en el estado jarocho lo único, lo único, lo único que ha seguido creciendo y desde la era Duarte hasta la era Nahle son los panteones… Los panteones en los pueblos y localidades… Y los panteones en los ríos… Y el mar… Además, de los camposantos portátiles en calles y ciudades… Caminos y puentes… Pozos artesianos de agua dados de baja… Y hasta en la pista y sobre las mesas de antros… ¡Ah!, y panteones en que han convertido los puentes carreteros… Simplemente, ningún límite a la imaginación fúnebre de los malos… Los dueños de Veracruz…

ESCOLLERAS: Se ignora si los ríos y lagunas estén produciendo y/o incrementaran la producción piscícola, entre otras cositas y hechos, para alimentar a la población en la miseria, la pobreza y la jodidez… Seis de cada diez habitantes de acuerdo con el INEGI… Pero ninguna duda de que están habilitados como panteones… Casi casi como para establecer una policía náutica, incluso, día y noche, porque la noche bien puede considerarse la mejor aliada de los malandros… Digamos, una especie de drones para la vigilancia… Y el día cuando el primero y el segundo y el tercer maloso sea descubierto en el operativo y detenido, entonces, quizá, quizá, quizá, los carteles exploren otras posibilidades…

PLAZOLETA: En el primer tramo del siglo pasado, nunca… Ni siquiera, por ejemplo, en la década de 1930 a 1940 cuando Jorge Cerdán gobernador, el cartel de entonces conocido como “La Mano Negra” con el cacique y pistolero de jefe máximo, Manuel Parra Montano, secuestró, desapareció y asesinó a cuarenta mil jornaleros por órdenes de los latifundistas de la época… Y cuyos cadáveres nunca arrojaron a los ríos, pues los dejaban a las viudas para la sepultura… (lv)