Pero, bueno, la vida, compleja y canija, nunca le allanó el camino edilicio, pero en cambio, de pronto, apareció en el mundillo priista como un capitán de la industria.

Por un lado, ligado a una constructora. Y, al mismo tiempo, a la inversión hotelera, de tal forma que lo ubicaban como el dueño del hotel “Isla Tají­n”, en la barra de Galindo, en Tuxpan, un hotel de veinte estrellas, de súper lujo, y que por lo pronto, y para la Semana Santa, ya tiene reservadas el cien por ciento de las habitaciones.

Después, en Radio Pasillo tuxpeño apareció el peine y precisaron que Ulises Caballero era apenas, apenitas, un prestanombre, pues el dueño del hotel es Mauricio Audirac Murillo, jefe máximo del ORFIS (Órgano de Fiscalización Superior) en el Fidelato, ahora el segundo Contralor.

Además, propietario de unos despachos contables que asesoran a los polí­ticos del gabinete legal y ampliado y a los presidentes municipales en apuros, de igual manera como la fama pública registra como una de las tareas de Iván López Contreras, su antecesor en la Contralorí­a.

También se habló de que Audirac tení­a una empresaria periodí­stica como socia; pero, bueno, y como dice el refrán, “la gente siempre habla”.

El caso es que las ligas del señor Caballero Salas iban más allá y llegaban, se afirma, al entonces alcalde, Alberto Silva, conocido como “El cisne”, el apodo endilgado por el senador Fidel Herrera, y ahora rebautizado por él mismo como “El pavo/real”.

De acuerdo con las versiones, a la llegada del “Pavo/real” a la Comuna tuxpeña solicitó a Caballero, con su empresa constructora, le auxiliara con la obra pública básica bajo el entendido que con los meses le pagarí­a, mientras se recomponí­an las finanzas.

Y mientras se recomponí­an, porque se recordará, el primer acto de gobierno de Silva fue encarcelar a su antecesor, Juan Ramón Ganem Vargas, en el penal de Tuxpan, argumentando un desfalco, un peculado, dinero sin comprobar, daño patrimonial; en tanto su segunda gran acción de gobierno fue enviar al penal de Pacho Viejo a cuatro trabajadores de la información a quienes acusó de “mercenarios del periodismo”.

Así­ los hechos y las circunstancias, llegó un En el mundo priista de Veracruz hay tres dudas: el destino de Ulises Caballero Salas, Christian José Morales Carreto y Nelson Cabrera Cobos momento cuando el alcalde adeudaba a Ulises Caballero unos 24 millones de pesos, además de que su empresa estaba ya en apuros económicos.

Y, bueno, cuando le cobrara, las versiones indican que el señor presidente municipal enfureció tanto como cuando el Seguro Social le cobrara la deuda millonaria de sus antecesores por el pago de la cuota obrero/patronal derivada de la empleomaní­a burocrática.

ULISES CABALLERO DESAPARECIÓ…

Entonces, cuenta la historia tuxpeña, un dí­a, Ulises Caballero fue invitado al palacio municipal a platicar con el alcalde entre las 10 y 11 de la noche.
Luego, afirma la conseja popular, hacia la madrugada Caballero trasladó al presidente municipal a su casa y fue la última vez que lo vieron, pues, aseguran, en la esquina fue levantado por una patrulla policiaca.

Incluso, se afirma que hasta la pareja de Caballero desapareció y desde entonces nunca más los han vuelto a mirar en la ciudad ni en la región.

Así­, entró en el escenario un nuevo actor que sustituyó, se dice, a Caballero, de nombre Édgar Juncal, tanto en el hotel “Isla Tají­n” como en la empresa constructora favorita del Ayuntamiento de Tuxpan.

Claro, nadie pudiera desoí­r la versión de don Adolfo Ruiz Cortines cuando afirmaba que lo importante en la vida es tener un libro que leer, un vino que tomar y una historia negra que contar… aunque sea inventada, en todo caso, mitad real mitad ficción, en todo caso, cierta por todos los costados.

TRES PRIISTAS DESAPARECIDOS

Desde entonces, en el pueblo se preguntan el destino de Ulises Caballero, aun cuando, en contraparte, otros dicen que de plano se exilió por voluntad propia y se detuvo en algún pueblo de Estados Unidos.

Pero al mismo tiempo repiten el estribillo de Mario Puzo en “El padrino”, con Don Corleone, en el sentido de que atrás de una fortuna… siempre existe un muerto.

Al final del dí­a, lo importante es lo que también decí­a Jesús Silva Herzog, el padre: “Lo único que en la vida hace respetable a una persona es el dinero, provenga de donde provenga”.

¿Dónde, pues, está Ulises Caballero Salas?

Se trata de una pregunta de los 64 mil pesos, de igual manera como cuándo otros se han preguntado donde estarán Christian José Morales Carreto y Nelson Cabrera Cobos (averiguación previa 30/UECS-DIM/2010) que fueran “uña y carne” de Érick Lagos Hernández, secretario General de Gobierno.

Quizá pudiera encenderse una veladora por los tres; pero al mismo tiempo, serí­a arriesgado, pues acaso estén por ahí­, en algún lugar…

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