Migrantes cazados en campos
1 (La orden, detener a tres mil por día)
La policía migratoria de Donald Trump está interrumpiendo en los campos agrícolas. Y en los campos laboran, aprox., y en dato oficial, más de 255 (doscientos cincuenta y cinco) mil migrantes.
De México. Y por añadidura, de Veracruz, como los catorce zapotecos de Rodríguez Clara, Veracruz, detenidos en la redada trumpiana en Los Ángeles y que al momento ascienden a 222 mexicanos presos por el gravísimo
delito de buscar chama en el otro lado.
Y, claro, migrantes mexicanos. Y de América Central. Y de Venezuela y el continente africano.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) va en contra de todos ellos.
Saben, están ciertos, informados, de que allí se concentra el mayor número de migrantes sin papeles.
Digamos, como en aquella película mexicana del siglo pasado donde Héctor Suárez, apodado “El Mil Usos” en el filme, ferozmente perseguido por una patrulla migratoria y un helicóptero sobrevolando en la noche y cuando lo atrapan.
Peor, mucho peor, por lo siguiente:
Trump ya estableció una cuota a la policía migratoria de tres mil migrantes detenidos… por día.
Y nada mejor como caer de sorpresa y sopetón en los campos agrícolas, allí, donde además, por cierto, laboran paisanos de Soledad de Doblado.
Y de la comarca.
Todavía más: La policía migratoria se está yendo a los sitios y espacios laborales de migrantes.
Iniciaron en California, donde el gobernador es militante del Partido Demócrata y declaró a la entidad federativa Ciudad Santuario, aquella abriendo la puerta a los migrantes.
Y han seguido hurgando en el resto de la nación.
Más, mucho más, en los estados republicanos para multiplicar el terror, el pánico, el miedo, el miedo al miedo, la incertidumbre y la zozobra.
Caray, hasta en las tiendas de Home Depot y los gimnasios LA Fitness la migra norteamericana se ha metido y sin permiso de los dueños.
Peor, mucho peor:
La alcaldesa de los Ángeles, la demócrata Karen Bass, ha denunciado que Trump busca arrebatar el poder político y social al gobernador, también demócrata, y por eso mismo la saña, la barbarie y la ponzoña contra los migrantes como “chivos expiatorios” de la pugna política por el poder.
El colmo del gobierno estadunidenses yéndose a los campos agrícolas.
Allí donde, fama pública, los migrantes realizan y con eficacia y eficiencia el trabajo al que los trabajadores de EU se niegan.
Caray, deteniendo la policía a migrantes cuando en las mañanas, temprano, muy temprano, pasean a sus perritos en el parque de la esquina.
Incluso, cuando van al trabajo café en mano como el único alimento del desayuno.
2 (Trump, endurecido)
Indicativo: Trump cada vez más y más y más endurecido con la política migratoria.
Sabe que por ahí pega duro a los presidentes del continente latino… por tantos migrantes.
Bastaría recordar que en EU hay treinta millones de mexicanos, la mayoría, parece, como indocumentados.
Y ni modo, pero resulta insoslayable citar que de esos treinta millones un millón son jarochos, aun cuando la dirección de Asuntos Migratorios de la secretaría General de Gobierno asegure que apenas, apenitas, son ochocientos mil.
Y que, bueno, para el caso, es lo mismo.
Más porque la mayoría de paisanos jarochos en el otro lado trabajan en el campo.
Campesinos y jornaleros en Veracruz y campesinos y jornaleros en Estados Unidos.
Peores días y noches vendrán… (lv)