Rebatinga por propinas
**Único aliciente
**Guardias pretorianos
EMBARCADERO: Hay cafés y restaurantes donde parte de los meseros andan en la rebatinga por las propinas... Las propinas que de acuerdo de la ley han de oscilar entre diez y el quince por ciento de la cuenta del cliente... Pero más todavía: en la feroz competencia entre los meseros se han añadido otros empleados... Por ejemplo, los llamados “aguadores”, aquellos que sirven la leche y el café... Incluso, hasta los capitanes en el turno correspondiente
Famoso, por ejemplo, un capitán que a cada rato inventa una tragedia familiar al cliente para llenar sus neuronas y corazón de piedad y misericordia y le preste cuatrocientos pesos, su cuota religiosa…
ROMPEOLAS: En los cafés y restaurantes domina y predomina una ley universal no escrita, parece… Los meseros han de entregar las propinas a la caja común y hacia el final de la jornada el total lo dividen entre los meseros y los empleados de la cocina y de la limpieza… Famoso, entonces, un par de meseros quienes siempre, siempre, siempre, entregan unos veinte pesos jurando y perjurando que fue lo único que recibieron durante las ocho horas de la jornada laboral… Y los dos meseros se trepan en su mula y nadie los baja “de la nube en que andan”…
ARREFICES: Tantas pasiones despiertan las propinas que a un cliente apenas, apenitas le alcanzó para pagar la cuenta pues en las últimas semanas, con la inflación descarrilada, quedó sin dinero… Entonces, dejó diez pesos de propina… Y el mesero enfureció… Y tomó los diez pesos y le dijo al cliente: “Señor, señor, dejó usted aquí diez pesos”… Y se los entregó, digamos, en un acto básico de dignidad y en base a la ley de las propinas…
ESCOLLERAS: Los salarios (ya se sabe) son bajos y limitados… Y el único aliciente para animar y reanimar la jornada laboral de un mesero y compañeros anexos y conexos del café y el restaurante (y del bar y el antro también) son las propinas… Vaya, hay restaurantes donde de plano el patrón embarga las propinas y a la hora del reparto hasta él mismo se reserva una cantidad… En otras negociaciones son más duros y rudos… Cero salario… Y manos abiertas para las propinitas…
PLAZOLETA: En unos restaurantes y cafés los meseros, el aguador y el capitán suelen formarse en fila india camino a la puerta de salida esperando la generosidad del cliente para la deseada y codiciada propina… Es más, hasta parecen guardias pretorianos pues por ningún concepto permiten la presencia de un compañero… Famoso aquel aguador que a espaldas de la empresa servía dos veces el café y la leche al cliente a cambio de gran propina… Hasta que, claro, con las cámaras instaladas lo filmaron y fue despedido con todo y años de antigüedad… (lv)