Y en el trascendido que porque la doctora Haydee Zizumbi Ramírez está en contra de la Reelección considerando la edad del sociólogo.
Y, bueno, si nueve notables integran la Junta de Gobierno, palabras mayores.
Además, en contra:
Nahle, la gobernadora.
Un cuarteto de exrectores: Salvador Valencia Carmona, Sara Ladrón de Guevara, Raúl Arias Lovillo y Víctor Arredondo Álvarez.
Y parte indicativa y significativa de la comunidad académica, integrada por maestros, investigadores, estudiantes y burócratas.
Además, claro, claro, claro, el trío de aspirantes a la silla embrujada de Lomas del Estadio.
Desde luego, nunca Aguilar Sánchez podría aspirar al Premio Nacional de la Paz, porque la paz en la máxima casa de estudios enfrenta un tsunami académico, social y político desde hace un ratito.
Pero a cambio, cuatro años más en el Rectorado bien valen, como París, una misa. Mejor dicho, varias misas.
Más si se mira desde la estructura del poder político en Veracruz donde la número uno es la gobernadora, el número dos, el Poder Legislativo; el número tres, el Poder Judicial y el número cuatro, la rectoría de la UV.
“La moneda está en el aire” como exclaman los clásicos.
Pero si así se mueven los vientos, pareciera que en la Junta de Gobierno todo está, estaría, consumado.
Aguilar Sánchez será reelegido.
Y su capilla de seguidores ha de tener listo el diploma para ungirlo el Doctor Ultra Contra Súper Chingón.
Ahora sí como el dicho ranchero, la ley “le hace (le haría) lo que el viento a Benito Juárez”.
¡Hosanna, hosanna!
¡Te queremos, Martín, te queremos!

2 (Nunca…)

Insólito: nunca en la historia de la UV tanta, tanta, tanta oposición en contra de un rector.
Todo porque la reelección ya se le volvió obsesiva obsesión.
Y de ser así, más allá del poder académico en sí mismo…
Más allá de que la Ley Orgánica de la UV se lo impida…
Más, mucho más allá “del compromiso ético en la vida personal y profesional” del que habla la CEAPP (siglas por todos conocidas) …
Lejos, muy lejos de la reelección …
Martín Aguilar festejaría que logró su berrinche.
Sobre todo, que hasta con Nahle habría arrasado.
Siempre lo sostuvo AMLO, el ex fundador de MORENA, el partido político: “¡Al diablo… las instituciones!”.
Hay políticos (y académicos) para quienes el poder es más poderoso que la atracción sexual.
Por eso, Sigmund Freud se equivocó con todo y sus treinta tomos sobre el estudio del deseo, la pasión volcánica (y prohibida) y el sexo.

3 (En juego, capacidad política del rector)

La estatura académica de Martín Aguilar ya fue comprobada hace cuatro años cuando ganó la rectoría.
Ahora, en juego, su estatura social y política… para reelegirse.
Y con tantos partidos políticos en contra, digamos. (lv)