Incluso, conocer de la naturaleza humana le denominaba “el paraíso perdido”… Es decir, la gente deja de tener sus jardines y por lo general todo se pierde…

ROMPEOLAS: El jardín interior, por ejemplo, quizá habitando las neuronas, el corazón, el hígado, el alma, el espíritu, el inconsciente, el subconsciente, en el insomnio y en la contemplación mística… Y siempre aspirando a una vida mejor… Digamos, como en el poema de Walt Whitman de que “nunca ha de dejarse que pase el día sin crecer un poco”… Digamos, los sueños, los ideales, los principios, los valores, la utopía incluso… De hecho y derecho, como el famoso flechador de la luna quien consciente de que nunca llegará a la superficie lunar si insiste de todos será quien llegue más lejos…

ARRECIFES: Y el jardín exterior, integrado con la realidad real… “La cruda realidad” le llaman en un filme cinematográfico con Gerard Butler… Allí donde los sueños aterrizan con hechos concretos y específicos… Siempre, para mejorar y enaltecer la vida cotidiana tanto personal como de la familia… Una película se llama “Atrévete a soñar”… Y, claro, “a soñar en grande” y siempre con toda la frialdad del mundo para luchar por cosas y hechos posibles… De lo contrario, soñar a lo loco y a lo tonto equivale, por ejemplo, a tratar de volcar de un puntapié el vagón de un ferrocarril…

ESCOLLERAS: Los dos jardines han de regarse, pues de lo contrario, como las flores y las ramas y los árboles y el pasto suelen secarse… Y entre el par de jardines, un vaso comunicante para alimentarse y retroalimentarse entre sí… Y como una práctica de todos los días para evitar un cortocircuito… Y dar en la torre al par de jardines… La grandeza del jardín interior y la grandeza del jardín exterior son interdependientes…

PLAZOLETA: El par de jardines han de sobrevivir más allá de los dimes y diretes de la familia, los compadritos, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo y de juego… Incluso, con o sin ellos… Más considerando que “cada cabeza es un mundo” y todos opinan… Y/o la lengua les come para emitir su punto de vista… Más, cuando los otros, los demás, son absorbentes y manipuladores… Y se creen y sienten los líderes del grupo… Entonces, solo resta pintar una raya… Levantar un muro de Berlín… Es más, la Biblia aconseja que si una persona se vuelve tóxica entonces salir huyendo lo más lejos posible pues ninguna condena católica descenderá sobre ellos… (lv)