Soltero, sin hijos, sin amores eternizados, ejerce la libertad a plenitud… Y únicamente, tecleando en la computadora…

ROMPEOLAS: Bien podría establecerse que nunca ha andado atrás de los políticos arrojando incienso periodístico a sus pasos… Por aquí sabe y conoce de una historia en el otro extremo del país agarra camino… Y publica las historias en Veracruz y al mismo tiempo en la Ciudad de México… Antes, en la revista Proceso, cuando era semanal… Ahora, en el periódico Milenio en la sección “Dominga” donde suelen publicar sólo crónicas y reportajes, el género periodístico por excelencia… Tiempo existió, caray, cuando era corresponsal en México de Al Jazeera, el medio impreso y televisivo del Medio Oriente…

ARRECIFES: Anda en las grandes ligas… Bastaría referir una mínima lista de amigos y cuates… Entre otros, Alejandro Almazán, Martín Caparrós, Ricardo Ravelo Galo, Daniela Pastrana, Daniela Edith Rea Gómez, Fernanda Melchor, Marcela Turatti y Pablo Ferri… (Y una disculpa si se omiten otros)… Desde hace mucho tiempo dejó de mirar el periodismo como la aldea y la provincia… El rancho grande… Ahora, mira lejos… Y podremos estar de acuerdo o desacuerdo con su ejercicio reporteril, pero nadie puede ni podrá evidenciar ni objetar su talento… Su fogueo en el palenque nacional… Su experiencia…

ESCOLLERAS: Con tanta marea baja en el periodismo se ha mantenido en el frente de batalla sin doblarse ni arrodillarse… Caray, por lo pronto, cinco libros publicados, la mayoría sobre los desaparecidos y la lucha maternal de los Colectivos… Otro libro que va tecleando en las tardes y las noches, incluso, en las madrugadas cuando la mente está fresca… Nunca se ha mareado… Ni menos levitar… “Sólo cuento historias”, dice, y continúa empujando la carreta social y profesional… Noé Zavaleta honra a su familia (integrada con su señora madre y un hermano)… Y a sí mismo… Y a sus amigos…

PLAZOLETA: La vida es así de mágica y misteriosa… Inició en el periodismo como cronista de béisbol, el deporte de entonces del que era fanático… Y tomando fotografías, además… Después, brincó al fútbol y donde se estacionó a morir con su equipo amado, el América… Entonces, se reinventó como cronista y del lado de los débiles y los despojados y quienes también necesitan, digamos, un cronista, un vocero, un jefe de prensa… Y ahí se mantiene… Soñando con “crecer cada día un poco”… (lv)