Consulta política en la U.V.
1 (Prórroga al rector... para repetir)
La Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV) ya lo anunció: Habrá consulta académica para decidir la prórroga solicitada por el rector Martín Aguilar Sánchez para reelegirse cuatro años más.
La llamada consulta académica se efectuará de los días diez al trece de junio del año trotando.
Y, bueno, ninguna diferencia hay, existiría entre una consulta académica y una consulta política para elegir
jueces y magistrados en las urnas.
Y nombrar candidatos a presidentes municipales en los partidos políticos.
Es decir, “la misma gata revolcada”.
Manipuleo de votos. Compra de sufragios. Cobro de servicios prestados. La exigencia de lealtades. La hora de devolver la gratitud al rector por los favores concedidos.
Incluso, caray, hasta el posible acuerdo entre el rector y el líder histórico del Sindicato Estatal de Personal Académico de la Universidad Veracruzana (FESAPAUV), Enrique Levet Gorozpe, quien tantas cosas sabe en la materia dado los años en el trono sindical.
Y en el trono sindical de la CONTU (Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios) que aglutina a la mayoría de las universidades públicas de la república y que en el sexenio pasado fue amorosa con “su política de besitos y abracitos” para los malandros.
Las triquiñuelas y mañas de la política llevadas a la academia en Veracruz.
Bastaría, quizá, quizá, quizá, una orden de Levet Gorozpe para inclinar la balanza, digamos, por el rector Aguilar Sánchez, graduado por cierto en la Universidad de la Sorbona en Francia, allí donde inició el movimiento estudiantil del 68.
Se ignora, por ejemplo, si Levet mira con simpatía al científico Jorge Manzo Denes, quien ha buscado la rectoría unas tres ocasiones.
Y/o a la exabogada de la UV, quien le renunció a Aguilar Sánchez.
Pero de igual modo como en una elección política la presidenta de la república, la gobernadora y los alcaldes en turno tienen todas las de ganar, el rector es mano, sería mano.
Digamos, la tendría ganada de antemano.
Más si uno que otro miembro de la Junta de Gobierno (y como siempre ocurre) le debe la silla en la Gran Junta de Notables.
Los electores.
Los grandes electores.
Ya se verá, entonces, si así como suele pasar en los comicios políticos unos a otros se acusan de comprar votos, presionar para amarrar los sufragios, embarazar las urnas.
Más, porque una parte de la votación será en línea. Y la otra, presencial.
En el otro lado del ring académico, los exrectores Sara Ladrón de Guevara, el siempre digno Raúl Arias Lovillo (maestro de maestros) y Víctor Arredondo Álvarez, quien luego de la rectoría fue ungido secretario de Educación con el gobernador Fidel Herrera Beltrán y habría tenido un curso intensivo de política encima de la mesa y atrás de los bastidores.
Ni hablar, a eso hemos llegado.
La elección del nuevo rector en la máxima casa de estudios, en la cocina política electoral.
Será rector Aguilar Sánchez si obtiene, incluso, si arrasa, en las urnas académicas.
Y si pierde la solicitud de la prórroga “por voluntad popular” académica, entonces, le quedaría la posibilidad solidaria de la Junta de Gobierno.
“Hora, pues, de soltar la bomba” como advirtió Elon Musk, el magnate más rico del mundo, a su examigo Donald Trump.
2 (Activismo de Jorge Manzo)
El científico Jorge Manzo Denes va por la cuarta contienda, parece. Tercera, mínima.
Entonces, el surco académico sembrado en las anteriores rectorías en donde fue derrotado, bien podría manifestarse (y con intensidad) en la consulta académica.
Y si Manzo aró en tierra fértil, entonces, y como premisa universal, el más fuerte y vigoroso contendiente.
En cinco días, “la hora de la verdad” cuando se dé a conocer el resultado de la consulta académica.
Hora, entonces, del gran activismo político
3 (Edad de Martín Aguilar… en contra)
Los rectores anteriores (Sara Ladrón, Arias Lovillo y Víctor Arredondo) lo fueron durante ocho años.
Y Martín Aguilar acaricia la posibilidad con todo y que de acuerdo con la Ley Orgánica de la UV está a destiempo.
Pasado de edad.
Pasado de moda.
Pero, bueno, lo decía Miguel Alemán Velasco cuando fue ungido candidato priista a la gubernatura: “No me están contratando como semental”.
Y en todo caso, sabia enseñanza priista, la ley se hizo… para ultrajarla.
Aguilar Sánchez ante la encrucijada filosófica, moral, ética y social y académica de su vida:
Se vuelve un Francisco I. Madero con el “sufragio efectivo, no reelección”.
O un Benito Juárez García (quince años reelegido presidente de la república) o un Porfirio Díaz Mori (34 años en el poder).
Incluso, un Victoriano Huerta, asumiendo el poder presidencial luego de doble asesinato.
Es decir, por encima de la ley.
4 (La silla embrujada)
Lo dijo Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, el caudillo del sur: “La silla presidencial (la silla del poder) está embrujada”.
A todos perturba y marea. Incluso, los hace levitar”.
Martín Aguilar Sánchez. Académico. Más de treinta años en la UV. Investigador de los movimientos sociales, indígenas y campesinos, en Veracruz.
Posgrado en la Sorbona.
Ahora, hacia el final de su vida académica, obsesionado con la silla.
¡Ay, la silla presidencial donde Pancho Villa se sentó, trepó las piernas con las botas en la mesa luego de entrar a palacio!
Y preguntó a Emiliano Zapata: “¿Cómo me veo?”.
Y Villa se carcajeó con su risita de abigeo.
Dice el rector de la UV: Quiero otros 4 años. Quiero otros 4 años. Quiero otros 4 años. (lv)