En los medios publicaron la noticia el fin de semana. Pero en ningún medio de información publican las razones, motivos, pretextos, argumentos del crimen.
Quizá, quizá, quizá, tal cual dispuso la Fiscalía General.

PASAMANOS: Leobardo Vázquez Atzin tenía 42 (cuarenta y dos) años de edad. Nacido en 1975, asesinado en el año 2018.
Tiempo cuando Miguel Ángel Yunes Linares gobernara Veracruz durante dos años.
Y en dos años asesinados cinco trabajadores de la información. Leobardo fue el número cinco.
Ricardo Monluí, en Yanga.
Edwin Rivera, hondureño, en Acayucan.
Cándido Ríos, en Hueyapan de los Gómez Cazarín.
Y Genaro Pérez, en Acayucan.
Coincidencias de la vida según las crónicas de entonces:
Leobardo Vázquez fue asesinado en su casa en un momento cuando atendía un puesto de tacos que tenía para garantizar el itacate y la torta.
Fue, por cierto, el mismo modus operandi de cuando en Tierra Blanca, sexenio de Javier Duarte, asesinaron al reportero Pedro Tamayo, atendiendo un puesto de hamburguesas.
(Ya se sabe, las grandes limitaciones económicas de los tundeteclas).

CORREDORES: Del año 2018 a la fecha (más de siete años después) nunca se conocieron las razones de su crimen.
Wenceslao fue sentenciado a veinte años de cárcel.
Pero… ¿lo mató por razones personales?
¿Fue contratado como sicario para matar al reportero?
Y de ser así, ¿por qué, por qué, por qué?
Y de ser así, ¿cuánto le habrían pagado?
Y de ser así, ¿quién o quiénes son los asesinos intelectuales?

BALCONES: Digamos… que Wenceslao es el homicida físico.
Pero ¿hay intelectuales?
Y, bueno, se entendería que en el expediente penal están las razones y/o motivos del crimen.
Y, bueno, en nombre de la verdad, “la cruda verdad” y del llamado “comportamiento ético en la vida personal y profesional” cacareado por la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, hora de ocuparse y con lupa del expediente.

PASILLOS: ¡Hosanna, hosanna, la condena a Wenceslao!
Más, porque Leobardo Vázquez fue en marzo del año 2018 el periodista número 133 (ciento treinta y tres) asesinado en la república a partir del año 2003.
Sexenios de Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Más, mucho más, porque (indicativo y significativo) chambeaba como reportero, digamos, su vocación social.
Pero… se ganaba la vida con su puesto de tacos, y lo que, claro, resulta común en un Veracruz donde hay reporteros con un salario semanal de mil pesos.
Y reporteros a quienes pagan por nota publicada y/o transmitida en el noticiero.
Y en un Veracruz donde el más alto salario es de ocho mil pesos mensuales.
Es decir, dos mil a la semana para sostener a la familia, la esposa, los hijos y los padres ancianos.
El Veracruz tan necesitado de la justicia económica y la justicia social.

POSDATITA: 13 de abril, 2025: en Pánuco, secuestrado y desaparecido el reportero Miguel Ángel Amaya, director del periódico digital, Pánuco Online.
A la fecha, ninguna pista.
Silencio ético de la CEAPP.
Martes 20 de mayo. En Acayucan, rafagueada y asesinada la periodista Avisack Douglas Coronado. Que ya, ya, ya, existen pistas dice Nahle. Ta’gueno.
Silencio atroz de la CEAPP. (lv)