“Madres prohibidas”
**Amantes de sus hijos
**Y ellas ganan...
UNO. Amigas desde la infancia
Las dos son amigas desde niñas hasta la madurez. Las dos se casan. Y las dos procrean cada una a un hijo.
Y los hijos crecen juntos. Y juntos sueñan a la orilla del mar donde viven las familias.
Y los hijos llegan a la juventud.
Y son guapos. Atractivos. Fornidos. Vigorosos.
El esposo de una de ellas muere en un accidente. Y el otro es comisionado en una chamba en el otro extremo del mundo.
Y un día, uno de los hijos mira con deseo (el primer deseo, la primera pasión, la primera aventura) a la amiga de su señora madre.
Y simplemente, inicia el romance.
Y al ratito, el otro chico lo advierte y seduce a la madre de su amigo y de igual modo, la pasión florece.
DOS. Amantes perfectas
Las dos amigas, Naomi Watts y Robin Wright.
Los dos hijos, Javier Samuel y James Frecheville.
Los amantes en el filme “Madres prohibidas”. En Prime.
Pasión descarrilada entre los cuatro.
Las amigas perfectas convertidas en las amantes perfectas.
La pasión prohibida entre los cuatro.
En un principio, una amiga cuestiona a la otra.
Pero al ratito, zambullidas en el deseo sin límites, el par de amigas se vuelven cómplices.
“Yo no me puedo detener” confiesa una a la otra.
“Yo tampoco” dice la otra.
TRES. Los chicos se casan…
Pero circunstancias de la realidad, “la cruda realidad”, las dos están conscientes de que tarde o temprano terminará el paraíso terrenal que usufructúan.
Y llegará a su fin cuando los dos hijos, los dos muchachos, los dos amantes, encuentren a una chica de su edad.
Y sucede con el primero.
Y el pleito entre los cuatro, pues unos reprochan a los otros que aquel par de relaciones serían para siempre.
Y al ratito, el otro chico también sucumbe a la tentación de una chica de su edad.
Y se casan.
CUATRO. De la gloria al infierno
Ambas relaciones, sin embargo, son efímeras.
El deseo, la pasión, el sexo y el amor de los chicos por las amigas y viceversa trasciende la cordura y las buenas conciencias.
Más, cuando una de las jóvenes señoras descubre la relación impetuosa, turbulenta y huracanada de su marido con la señora de la quinta, sexta década.
Final infeliz para las señoras jóvenes: la relación conyuga termina.
Final feliz para las amigas y sus hijos, sus amantes: ellos las prefieren.
Y la pasión renace y se multiplica, los cuatro viviendo a la orilla del mar en un paraje semidesierto.
El paraíso. Sus paraísos.
Los amantes siguen como amantes.
Un chico con la madre de su amigo.
Y el otro chico con la madre del otro amigo.
CINCO. “Amaos los unos sobre los otros”
Por vez primera, en el cine un tema picoso de tal naturaleza.
La película basada en una novela de Doris Lessing, Nobel de Literatura.
Un hecho de la vida real.
Y más que amor entre las dos parejas, la lujuria dice la reseña cinematográfica pues las amigas se miran y tratan como hermanas putativas.
Y los hijos como hermanos putativos.
El deseo erótico derrotando a la moral pública.
Bien escribieron los estudiantes del 68 en la Universidad de Nanterre en Francia: “Amaos los unos sobre los otros”. (lv)