cargando

En twitter:

Escenarios
Jueves 22 mayo, 2025

Un trabajo digno

**Vivir soñando
**Sentirse a gusto

UNO. Lo peor, una chamba sin futuro

Uno de los peores errores y jodideces está en entregar las ocho horas (o más) de la faena laboral a un trabajo estéril.
Sin futuro. Sin posibilidad de un ascenso. Y con salario miserable.

Y sin las prestaciones económicas, médicas y sociales establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
Y que, caray, de hecho y derecho, significa una ley pisoteada y ultrajada.
Con todo, la vida suele descarrilar en laderas con pendientes prolongadas.
Y cuando se advierte resulta que han caminado diez años, veinte años, treinta años, y uno sigue ahí, como el dinosaurio de Tito Monterroso en el cuento más corto del mundo.

DOS. Un empleo para sentirse a gusto

Las reglas de la decencia dejan claro que para la dicha y felicidad (siempre efímera, siempre por un ratito) de una persona basta y sobra con tener un empleo que le guste y en donde se sienta a gusto.
Y le guste porque todos los días, durante las ocho horas de carga laboral, desempeña un trabajo donde se siente realizada.
Además, porque tiene compañeros y jefes respetuosos de la libertad laboral.
Y de la dignidad humana.
Y en donde las personas son ascendidas en base a su desempeño concreto y específico de todos los días y quincenas y meses.

TRES. El mundo utópico

Y, claro, un empleo sin envidias, trampas, emboscadas, intrigas, puñaladas traperas, conspiraciones.
Y sin que los aumentos salariales y los ascensos sean ganados en base a las concesiones íntimas de las compañeras, por ejemplo, a los jefes en turno.
Y en donde, caray, “a la primera de cambios”, un rabajador sea suspendido por unos días o quincena y/o despedido por una intriga de los compañeros malosos.
Por desgracia, tal es “la cruda verdad”.
Y más, mucho más, en las oficinas públicas y que, desde luego, también suele darse en la vida empresarial.

CUATRO. Vivir de la esperanza, ajá

Lo peor suele darse cuando la vida se pasa con la esperanza de que la política laboral pueda cambiar.
Y mientras esperamos el día soñado, los años se van y en los últimos días del mes de diciembre y del mes de enero de cada nuevo año continuamos soñando, seguros de que el año en camino es, será, sería, el bueno.
Es más, los burócratas en los gobiernos federal y estatales de hecho terminan viviendo de manera sexenal.
Tiempo cuando una tribu gobernante se va y aterriza otra en el palacio y la esperanza en crecer y desarrollarse vuelve a renovarse, digamos, por arte de magia.

CINCO. Pasar los años en la jodidez

Lo peor, creer y con fe ciega en el jefe de la oficina y el patrón. Los patrones. Los hijos de los patrones quienes sin ninguna experiencia ni fogueo suelen asumir el mando superior.
Famoso aquel hijo de un patroncito mediático que cuando un empleado solicitaba un aumento salarial siempre contestaba de igual modo a todos:
“¡No hay! Y si no te parece puedes renunciar porque afuera, en la calle, hay montón de solicitantes”.
Con todo, jodidez total, los trabajadores así vivimos.
Digamos, hasta cumplir los treinta años de antigüedad y, si fuera posible, jubilarse.
Y jubilarse con la medianía de la pensión oficial. (lv)


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.