Es la historia de dos mujeres. Una, Francisca P. M. acusó a Albina, de 50 años, de ser bruja.
Y como bruja en la sierra le hizo “la maldad” para que su esposo la abandonara.
Y luego de la pócima y las artes de magia negra, el marido la dejó.
Entonces, Francisca habría operado el asesinato de Albina.

PASAMANOS: Y alguien por ahí le asestó dos tiros en la frente.
En el poblado Tzompoalecca II.
El cadáver arrojado en una vereda del camino.
El esposo de Albina, la bruja asesinada, S. P. P., reveló que su mujer salió a las 13 horas, aprox. al tianguis en Tehuipango.
El fin de semana.
Y nunca volvió.
Hacia las cinco de la tarde le avisaron de su muerte.

CORREDORES: “Haiga sido como haiga sido”, un feminicidio más.
En un Veracruz, campeón nacional.
Además, campeón nacional en secuestros, extorsiones, desaparecidos, asesinatos de mujeres y hombres y fosas clandestinas.
Y, claro, campeón nacional en impunidad.
De hecho y derecho, un feminicidio para un guión cinematográfico. Una película. De perdis, un documental.
Una mujer, haciéndose justicia por mano propia.
Y de por medio, una bruja.
Pero, bueno, ¿de veras las brujas son capaces de destruir un amor, un gran amor, entre una mujer y un hombre?
¿De veras las brujas y las chamanes y las astrólogas pueden hacer que un amor perdido vuelva al redil?

BALCONES: Ha de verse, digamos, la efectividad (y de ser así) de la bruja de Tehuipango.
En Los Tuxtlas, por ejemplo, está comprobado que los brujos (y las brujas) son eficaces.
Para mal. Y para bien.
Desde la cura de un mal de amores hasta volver satánica de una persona incómoda e indeseable.
Incluso, con los Siete Círculos del Infierno y los males de la caja de Pandora y los Jinetes del Apocalipsis en contra.
Vaya, Jesucristo solía curar luego luego a una persona embrujada.
Pero… ¿la bruja de Tehuipango bajando el esposo a la mujer como luego luego divulgó el boletín oficial y en medio de tanto feminicidio?

PASILLOS: Una astróloga jura y perjura que “hace regresar al ser amado”.
Y cortar de tajo y para siempre la desventura en la vida económica y social.
Y neutralizar el mal fario y el cortocircuito.
Además, y de acuerdo con el método científico, una cosita es creer en una bruja, y otra mil, dos mil, tres años luz de distancia estar seguro, cierto, convencido de su pacto con Luzbel.
Claro, si se cree en la existencia de Luzbel, el ángel caído que soñó con desbarrancar a Dios de su trono. (lv)