La otra mujer, Yesenia Lara Gutiérrez, candidata de MORENA a la presidencia municipal.
Tres hombres, activistas de MORENA, ejecutados.
Dos mujeres más, en el hospital.
Según las versiones, que ocho sicarios rafagueando a la multitud luego de un mitin.
Ocho pistoleros para matar a la candidata.
Saña. Barbarie. Alevosía. Ventaja. Premeditación.
Pero, entonces, ¿por qué asesinaron a la candidata?
¿Rencillas personales?
¿Rencillas familiares?
¿Rencillas vecinales?
¿Rencillas políticas?
¿Rencillas pasionales?
Más porque finales del año 2022, era Cuitláhuac, su esposo, Regidor en el Ayuntamiento, fue asesinado.
¿Pasiones políticas por un cargo en la administración pública?
¿Enemigos, adversarios, opositores emboscados contratando sicarios para su feminicidio?
¿Morenacos resentidos porque Yesenia Lara ganó la nominación a la presidencia municipal?
Y más “¿en un pueblo chico con un infierno grande”?
¿Las pasiones políticas en un tsunami huracanado y turbulento para apropiarse del botín municipal durante cuatro años seguiditos?
¿Antiguas, viejas, milenarias, bíblicas, disputas políticas donde para ajustar cuentas únicamente restaba el feminicidio?
Caray, ¿y por qué tanta saña asesinando a cinco personas, disparando sin ton ni son?
¿En qué momento se jodió y ha seguido jodiéndose Veracruz donde, y en todo caso, cada parte pretende, ajá, “hacerse justicia por mano propia?
Y más, ¿en un Veracruz donde van siete políticos asesinados?

2 (¿Por qué, por qué, por qué?)

¿Los autores de la matanza de Texistepec fueron, habrán sido, serán, los malandros, los sicarios, los pistoleros, los carteles, los cartelitos?
¿Cobraron cuentas pendientes con la candidata?
¿Tenía la candidata malas amistades?
¿Amistades peligrosas?
¿Nunca cedió a las presiones de los malosos?
¿Se puso al tú por tú con los carteles?
¿Toleraba a un cartel, pero era dura con otro, con otros?
¿Qué carteles dominan Texistepec y la comarca dueños del día y de la noche y del destino personal, familiar, colectivo y político y social de la población?
¿Por qué los carteles en Texistepec y en la región actúan como “si estuvieran en su casa”?
¿Asesinaron a la candidata… por encargo, alguien les pagó?
¿Alguna liga entre el asesino y/o los asesinos del esposo de la candidata y el feminicidio de la candidata?
¿Ningún respeto de los malandros por la autoridad municipal y la autoridad estatal y la autoridad federal?
¿El feminicidio de la candidata, una mezcla de cuestiones personales y políticas?
Incluso, ¿rencillas bíblicas aflorando hoy cuando ella andaba en campaña electoral por la alcaldía?
¿Tribus políticas resentidas contratando a los sicarios?
¿Los cinco asesinatos para repartirse los negocios lícitos e ilícitos de Texistepec y hasta de la comarca?

3 (Este puño sí se ve…)

¿Los bíceps y el puño de un cartel contra otro cartel para demostrar el poderío, la fuerza y la hegemonía delincuencial asesinando a la candidata y a cuatro personas más?
¿Estamos, pues, condenados en Veracruz a seguir viviendo así, en medio de la turbulencia huracanada?
Y más, mucho más, ¿cuándo señalan que los narcos están metidos ya, ya, ya (y desde tiempo inmemorial) en los procesos electorales?
¿De qué diablos sirvió que AMLO, el ex, se la pasara predicando en el púlpito de “La mañanera” para que los malos “abracitos y besitos… porque también son seres humanos”?
Texistepec, la peor entre las peores masacres en la era Nahle.

4 (Asesinados siete políticos)

Van en la era Nahle siete políticos asesinados.
Y los ciudadanos de a pie y motorizados tienen la certidumbre de que ninguno ha sido esclarecido.
Los matan. Pero nadie sabe razones, argumentos, pretextos, motivos.
Esteban Fonseca, expresidente municipal de Actopan.
Edmundo Martínez Pérez, exregidor en Actopan.
Yesenia Lara Gutiérrez, candidata a la alcaldía de Texistepec.
Germán Anuar Valencia, candidato a alcalde en Coxquihui.
Carlos Ramsés Neri (asesinado con su hermano Juan Daniel), secretario del Ayuntamiento de Paso del Macho y visible candidato a la alcaldía.
Andrei Gamboa, director de Gobernación en Ciudad Mendoza, en Ixtaczoquitlán.
Y Benito Aguas Atlahua, diputado federal por el distrito de Zongolica.
En los siete crímenes, los asesinos subieron al cielo y/o al infierno y se perdieron las huellas, los rastros, las pistas.
Ellos, asesinos físicos.
En el misterio, los asesinos intelectuales.
Incluso, en el caso de Benito Aguas, el trascendido de la captura del francotirador solitario desde una moto y cuyas declaraciones nadie conoce.
Menos, mucho menos, y en todo caso, se hicieran públicas.
Ya se sabe, la opacidad por encima de la transparencia y la rendición de cuentas.
Indicativo cuando los siete asesinados eran políticos.
Sabrá el chamán el destino de los ciudadanos sencillos y comunes asesinados.

5 (Un milagro en puerta, ajajá…)

Ahora sí, exclamaría el viejito del barrio, se ignora cuántos políticos más asesinados se necesitarán para detener el tsunami de la violencia descarrilada en el tobogán llamado Veracruz. (lv)