Los periodistas… “¡unos buitres!”
1 (Así lo dice José Ramiro López Obrador)
José Ramiro López Obrador es hermano de “ya sabe quién”.
AMLO, el ex.
Despacha en Tabasco como secretario General de Gobierno.
Entonces, y en medio del tsunami de violencia en la entidad federativa del Ciclón del Sureste, Carlos Alberto Madrazo, y del come-curas gobernador, Tomás Garrido
Canabal, los periodistas preguntaron a José Ramiro sobre la violencia.
Y José Ramiro contestó con una frase memorable, citable, recordable y bíblica:
“¡Ustedes andan como buitres! ¡Buscando dónde hay un muerto!”.
Luego, cerró con otra frase bíblica: “¡Ya bájenle!”.
Es el México de la 4T.
Del obradorismo.
De “la honestidad valiente”.
De “la purificación moral”.
Del código ético.
De ser sencillos.
De andar en la vida y por la vida sin ostentaciones.
Con humildad, pues.
José Ramiro López Obrador, digamos, en la misma tesitura que el secretario de Salud de Cuitláhuac García y el diputado federal y delegado federal del IMSS-Bienestar de Nahle, Roberto Ramos Alor, cuando acuñara otra frasecita bíblica: “A los reporteros ningún chile les embona”.
Y al mismo nivel cuando muchos años antes, el diputado federal del PAN, Rafael Acosta Croda, dijera al mundo:
“Los periodistas son unos muertos de hambre”.
Todo, y en el caso de Tabasco, por preguntar al señor secretario General de Gobierno sobre la masacre en un día de seis muertos.
Los trabajadores de la información cumpliendo con la chamba de contar las historias de cada amanecer.
En su sexenio, el priista Enrique Peña Nieto pretendió que la prensa omitiera por completo la página policiaca.
Y, claro, nunca pudo.
Furibundo y colérico, Porfirio Díaz Mori soñó con una prensa sumisa.
En más de cuarenta ocasiones encarceló a Ricardo Flores Magón, incluso, en una ocasión, en Estados Unidos, y en donde de pronto, ¡zas!, falleció.
Unos historiadores han escrito que lo asesinaron a cuchilladas.
Otros, que murió de un síncope cardiaco.
En 36 (treinta y seis) ocasiones, el dictador porfirista encarceló a Filomeno Mata, el director general del periódico “Diario del hogar” y en donde imprimían el periódico “Regeneración” de Flores Magón.
Uno y otro periodista, insumisos a Díaz Mori.
El Tabasco que José Ramiro López Obrador quiere y desea y sueña.
Periodistas buitres.
Periodistas carroñeros.
Periodistas como uno de los peores animales.
Igual, igualitos, los buitres como los zopilotes que cuando encuentran un muerto abandonado en un lote baldío se van encima y lo primero que le arrancan a picotazos son los ojos.
José Ramiro López, como el gran Estadista del Edén.
El político tabasqueño en el más alto decibel de la vida pública.
El sello de casa.
Durante seis años, AMLO, el ex, rafagueando “a tiro por viaje” a la prensa insumisa.
Aquella que suele contar las historias del día y de la noche como son.
Con toda la crudeza.
Pero ni hablar, “aquí nos tocó… qué le vamos a hacer” (Carlos Fuentes Macías). (lv)