El convoy de Zepeta
1 (En Uxpanapa mata a campesino)
Primera viñeta del poder Morenaco:
El lunes 5 de mayo, en el Valle de Uxpanapa, convoy de Esteban Ramírez Zepeta, coordinador estatal de MORENA.
Los choferes conducen “como alma que lleva el diablo”.
Claro, porque así lo ha dispuesto y ordenado el jefe máximo del partido obradorista.
Igual, igualito, como en el tiempo priista: como caballos desbocados en el carril.
Exceso de velocidad.
Tienen prisa. Mucha prisa… por llegar al pueblo.
Van a Uxpanapa para iniciar la campaña de la candidata de MORENA a la presidencia municipal, Elsa María Moreno Cobos.
Entonces, un chofer del convoy de cuatro camionetas, manejando una Suburban, escoltados por la Guardia Nacional y la policía de la secretaría de Seguridad Pública, atropella y mata a un campesino.
Fue a la altura de la comunidad de “Los Juanes”.
El campesino, de oficio pescador, estaba casado.
Se llamaba José Luis Chipahua Bernabé.
Dejó en la viudez a su esposa Cristina Félix Ángel.
Y en la orfandad a dos niños. Uno de cinco años. Y el otro de nueve.
Segunda viñeta del poder Morenaco:
¡Hosanna, hosanna!
Un dirigente de MORENA, Gabriel Zúñiga Obando, representante ante el INE y el OPLEI, expide comunicado.
Que lo lamentan.
Ta’gueno.
Pero…, antes, mucho antes, deslindan a Zepeta del accidente mortífero.
Ok.
Pero mientras ofician misa concelebrada, la realidad es dura y ruda:
Zepeta tiene ya, ya, ya, un muerto en su hoja de servicios partidistas.
Ahora sí, como dijo el filósofo Felipe Calderón Hinojosa, “haiga sido como haiga sido”.
Pronto, muy pronto, antes del cántico del gallito bíblico, se les olvidó “el compromiso ético” de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo:
Sean humildes.
No sean ostentosos.
Ni el dinero ni el poder son un éxito.
El comunicado, entonces, para “curar en salud” a Zepeta y quien iba en el convoy y al frente.
Y si los choferes manejaban así, como caballos desbocados, significa que el jefe de jefes, el capitán del barco, Zepeta, tal cual lo permitió y autorizó.
Tercera viñeta del poder Morenaco:
En una primera versión que el chofer culpable del atropellamiento y asesinato estaba preso.
Pero en cárcel de Acayucan, ajá.
Y en ningún momento en Uxpanapa, municipio del accidente.
Y, claro, vaya a saberse si es cierto o es pura faramalla. Patraña. Estafa.
Cuarta viñeta del poder Morenaco:
En ningún momento luego del incidente, Zepeta se detuvo.
Por el contrario, la unidad fue abandonada.
Y todavía, le quitaron las placas.
Y la unidad dejada ahí a un ladito del cadáver de José Luis Chipahua con su moto donde fue arrasado y avasallado.
Quinta viñeta del poder Morenaco:
Condenado en las redes sociales con todo y la bequita bimensual de seis mil pesos del Bienestar Social, Zepeta se inmoló en la plaza pública y acuñó frase memorable, citable, recordable y bíblica:
Dijo, mesiánico:
“¡No hagan leña del árbol caído!”.
Entonces, convocó a la misericordia y la caridad:
“¡Todos somos seres humanos!”. (Notiver, AVC y alcalorpolítico)
Ta’gueno.
En el Gólgota, Jesucristo exclamó:
“Padres, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Sexta viñeta del poder Morenaco:
Encabritados, los vecinos del poblado “Los Juanes” detuvieron al presidente municipal de Uxpanapa, Alonso Jaimes Ayala, de 31 años, y militante de MORENA.
Y lo detuvieron, en ningún momento preso, sino como garantía para, entre otros hechos y cositas, la indemnización.
¡Ah!, pero Zepeta, muy fregón, muy chingón, jefe de jefazos como se cree y siente, pretende arreglar el asesinato en Xalapa de acuerdo con los vecinos.
Es decir, que la familia de José Luis Chipahua Bernabé (su esposa, sus dos hijos, hermanos, padres, tíos, primos y vecinos, etecé, etecé) se trasladen de Uxpanapa a Xalapa, y en donde “veinte y las malas” le darán vueltas y vueltas.
¡Vaya humildad de Zepeta, aquel de quien los informados aseguran que cuando anda de pachanga suele pedir una caja de cervezas bien fría a un lado de su silla!
¡Zempeda! lo describió el reportero Raymundo Jiménez.
El morenaco impuesto por Cuitláhuac García Jiménez como coordinador estatal de MORENA y ratificado, todo indica, por Nahle. (lv)